El presidente Andrés Manuel López Obrador “acaba de destruir el proyecto de Zonas Económicas Especiales (ZEE), que daba incentivos para invertir en los estados más rezagados del país. Ya estaban comprometidos ocho mil 234 millones de dólares en Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas, Progreso, Puerto Chiapas, Salina Cruz, Campeche y Tabasco. Adiós”, publicó el lunes Poblo Hiriart en su columna de El Financiero.
Campeche, como se ve, no sólo ha sido lesionado sino que Salinas Cruz, Oaxaca, y Veracruz, también a pesar del proyecto del tren transitsmico que vendría a redondear las ventajas económicas que daban las ZEE.
Muchas de las expectativas para la generación de empleo estaban fincadas en esas concesiones del gobierno para la inversión, pero la realidad es que al cancelarla López Obrador sólo pretende atraer esa derrama económica hacia los proyectos que él
emprenderá.
En Campeche, con una economía ligada al petróleo y al gobierno, Alejandro Moreno tuvo que enfrentar la peor crisis que ha tenido la entidad no sólo por la disminución de la producción petrolera sino porque también, al cerrar Oceanografía, hubo una desaceleración económica que pegó no sólo al empleo sino al crecimiento económico.
Según datos de El Economista, después de casi cinco años de permanecer en terrenos negativos por la situación endeble del sector petrolero, la actividad económica de Campeche presentó un crecimiento.
Con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el tercer trimestre del 2018, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) de Campeche aumentó 4.3% a tasa anual; la última cifra positiva del estado se mostró en el periodo julio-septiembre del 2013 (0.8 por ciento).
Además, el incremento de 4.3% del ITAEE de Campeche fue el mejor resultado desde que Inegi tiene registros, que datan del
año 2004.
Esta dinámica fue producto de los incrementos en construcción (14.5% anual), actividades primarias (5.2%), comercio mayorista y minorista (4.5%), minería petrolera y no petrolera (4.2%) y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (4.0%); de hecho, sólo el conjunto de industrias manufactureras disminuyó (0.8 por ciento).
En este sentido, el estado de Campeche compensó la merma petrolera con la diversificación sectorial, es decir, apostó por incentivar otras ramas económicas ante su dependencia a dicha industria.
Lo anterior se observa en el Producto Interno Bruto (PIB) de la entidad, ya que, con información del 2017, la minería petrolera exhibió una participación de 79.7% en el total, lo que significa que el comportamiento de este sector influye directamente su actividad económica.
Si bien el precio de la mezcla mexicana comienza a recuperarse —promedio de 61.89 dólares por barril en el 2018 frente a 46.39 dólares en el 2017—, su impacto en la economía campechana es mínimo. Además, la producción de petróleo crudo en México sigue a la baja —llegó a 1.72 millones de barriles diarios en noviembre del año pasado, el menor volumen desde que se tienen registros (1984).
Esto se reflejó en el ITAEE de la minería de Campeche: 4.2% de crecimiento considerando el petróleo contra un aumento de 15.8% sin petróleo.
El impulso se logró luego de dar financiamientos y créditos a emprendedores, así como a pequeños y medianos empresarios y se cuidó que las tasas de interés fueran bajas o nulas. Hubo también una política fuerte de incentivar la llegada de empresas manufactureras de todo tipo.
Se trabajó para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), dándole prioridad a las empresas que están orientadas a la industria textil, así como de operadoras que se dedican a las exportaciones.
Se está dejando la dependencia que había hacia el petróleo ya que la crisis que hubo por el precio de los hidrocarburos dejó una gran lección, que es no apostar todo a la misma canasta. Lo sano y lo correcto es que una economía no dependa de una sola actividad.
Ese repunte, podría venirse abajo con la cancelación de las zonas económicas especiales, pero queda claro que el gobierno local no le apostó a esa sola estrategia. Los datos ahí están y pueden ser consultados.