murallas

No es por meter cizaña, pero la senadora campechana por el Partido del Trabajo (así sigue apareciendo en el Senado), Layda Sansores, volvió a ser el foco de la prensa nacional y no precisamente por las aportaciones a nuestro estado o por su labor legislativa. La tres veces candidata a la gubernatura del estado, según reseñaron los diarios El Universal, El Financiero y 24 Horas, dio pena ajena cuando la cámara alta otorgó el reconocimiento “Elvia Carrillo Puerto” a Rosario Marín. La campechana hizo uso de la tribuna no para elogiar los logros y el tesón de la ex tesorera de George W. Bush con raíces mexicanas, sino para hacer campaña política y repetir el reclamo de justicia a los desaparecidos en México. Oiga senadora, ¿no hubiera sido mejor aprovechar la oportunidad para refrescársela al güerito republicano con las palabrotas que usted acostumbra? ¿O será que hay una semejanza entre Donald Trump y Andrés Manuel? Ok, ya.

A quien todo parece indicar que ya le cayó una nueva chamba, es al exgobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés, para que usted vea que el presupuesto siempre alcanza para premiar y reconocer a los políticos que han dejado una huella imborrable en la comunidad a la que han servido. Aunque, esta vez, no sabemos si en realidad se trata de un premio o de un castigo. Pero según dicen por ahí, los buenos oficios que siempre tuvo con la exsecretaria federal de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, hoy Secretaria de Relaciones Exteriores, parece que ya rindió frutos: se nos va como embajador de México a la hermana Rapública de Paraguay.  ¿Verdad que eso no es un destierro, ni un exilio, sino un premio y reconocimiento a su gran trabajo al frente del Gobierno de Campeche?, ¿Verdad, verdad?

Quién sabe por qué, pero casi todas las elecciones de comités directivos municipales del PAN han registrado conatos de violencia o golpes desde agosto del 2013. Aunque no deseamos que suceda hoy en Carmen, Calkiní y Hopelchén, lo que vimos el viernes en la Isla con la golpiza entre Juan Mendoza Vior, secretario en funciones de presidente del Comité Directivo Municipal (CDM) y el secretario adjunto del Comité Directivo Estatal (CDE) y delegado en Carmen, Pablo Hau Dzul, no pintan nada bien las cosas en el blanquiazul. Pero ¿verdad que nada tiene que ver que todo ha ocurrido en el periodo de la  presidenta estatal Yolanda Valladares? ¡Qué va! ¡Son meras coincidencias, hombre!

Lo bueno es que el alcalde de Escárcega, Atilano Mosqueda Aguayo, es un servidor que desquita –y muy bien- su salario de 100 mil pesos mensuales (reporte del Diario Oficial del Estado diciembre 2015). El viernes cuando vino a la capital a la presentación del proyecto estratégico de cultivo de palma de aceite, el edil no hallaba dónde recargar su cabecita por el visible agotamiento y desvelo que traía. No importó que en el evento, programado a las 9 de la mañana, estuvieran las máximas autoridades del estado y el subsecretario federal de la Sagarpa, Ricardo Aguilar Castillo, simplemente el alcalde bostezaba y dormitaba. Seguro todos los problemas que está resolviendo en su municipio y la agitada agenda de trabajo lo tienen así de agotado. Pobre. Y nosotros siempre diciendo que solo están para cobrar moches. Qué malos somos.