EL CAMINO. Es la última oportunidad. El PRI está frente a un Presidente que quiere votos, no dinero. Todo lo que representa Andrés Manuel López Obrador es una amenaza ideológica para todos los partidos políticos. Si el PRI y el PAN no lo entienden estarán condenados a seguir llorando en las urnas y los sollozos se escucharán lejos.
La renovación del PRI será crucial porque será el primer mensaje que enviará este partido a la competencia electoral que representa Morena. El riesgo es mucho mayor si juegan los mismos, si la cúpula se atrinchera y buscan mantener el poder, aún cuando patentaron los peores resultados del PRI en su historia.
Institucionales hasta el ridículo, en el PRI demuestran capacidad de renovación o perderán la última oportunidad que les queda para adaptarse.
¿Es la aventura en la que quiere embarcar el gobernador Alejandro Moreno? Parece que sí, pero sabrá que tendrá oleaje en contra.
En los próximos días el Consejo Político Nacional sesionará para entregar al ex secretario de Salud, José Narro, un nombramiento como presidente de los festejos por los 90 años del partido. La manera más decente pero obvia que tiene la cúpula para mostrar a su candidato. Con este nombramiento buscan sacar ventaja porque Narro tendrá oportunidad de recorrer el país, aunque poco tiene el PRI qué festejar.
Narro era el candidato a la presidencia para algunos sectores cercanos al CEN del PRI, pero en Los Pinos decidieron por José Antonio Meade, y ahora desde Toluca quieren consolar a Narro. Eso es lo oficial. ¿El resto del país lo dejará pasar? No. Al menos lo intentarán, y están viendo en Moreno Cárdenas la oportunidad para dar el golpe sobre la mesa.
Moreno Cárdenas tiene que revisar sus cartas, y decidir finalmente, sin amagos, si esta será o no su siguiente batalla. Por sus aspiraciones no le conviene apuntar una derrota en su historial personal. Pero tendrá que decidir en función de las matemáticas.
¿Qué se piensa en el CEN? Que los números no alcanzan, que Narro solo podría ser presidente si lo decide el Consejo Político Nacional, porque en una elección abierta a la militancia, difícilmente los demás estados le cumplan el capricho, otro más, al Estado de México.
En un impulso, la presidenta del PRI, Claudia Ruiz adelantó que la elección pudiera ser consulta a la militancia, y su declaración encendió las alarmas. René Juárez, coordinador parlamentario del PRI en el Congreso federal, llamó a los diputados, y dejó clara su postura: mejor un candidato de unidad.
Moreno Cárdenas y quienes lo impulsan creen que una elección interna no es dividir, es competir, y esa determinación ha llegado a los oídos del CEN, que les preocupa no tener la capacidad para doblar a las corrientes que buscan democratizar el partido.
Por sus circunstancias actuales, la decisión de la elección de la nueva dirigencia representará el futuro inmediato del partido. Lo acepten o no.

ESTRATEGIA. Pongamos un ejemplo panista para estar acorde. Cuando el presidente Felipe Calderón decidió disolver Luz y Fuerza del Centro, sabía que Carlos Salinas y Ernesto Zedillo lo habían intentado y no pudieron. Arremeter contra el sindicato era y sigue siendo hoy un riesgo altísimo que puede sacudir la estructura gubernamental a cualquier nivel. Calcularon todo, y para evitar resistencia, el gobierno compró boletos para el Estadio Azteca, jugaban México vs El Salvador y de ese juego dependía el pase de México al Mundial de Fútbol 2010. Cientos de boletos llegaron a las oficinas de Luz y Fuerza por cortesía. Lejos estaban de imaginarse que aquel domingo, de octubre del 2009, mientras disfrutaban del partido en el Azteca, el Gobierno Federal tomara las instalaciones de Luz y Fuerza. Calderón tenía lista la vía jurídica para desmantelar el grupo, lo que le tomó los tres primeros años de su gobierno.
Sirva el ejemplo para entender la diferencia. Salvando la distancia, el municipio de Campeche ni tiene de su parte la vía jurídica, ni previó la estrategia para evitar que los sindicalizados se radicalizaran para defender su razón.
No importa, ante la ley, el respaldo que tenga o no el Ayuntamiento. Cortar la comunicación y radicalizarse en el extremo opuesto es un riesgo no medido. Mal asesorado y subestimando la demanda de los trabajadores, si el alcalde Eliseo Fernández no evalúa su estrategia y busca agotar al sindicato, comete un error.
Porque incluso el cansancio físico de los sindicalizados no representa agotamiento jurídico de sus
demandas.
Cuando la huelga se declara por despedir a nueve sindicalizados, y por falta de pagos al Issstecam, sugerir que en lugar de nueve despedirá a otros mil, es entrar a un callejón sin salida. Al tiempo.

REPERTORIO.
-Están a la espera de ser convocados, algunos ya recibieron la invitación para el miércoles.
-Quería que él lo dijera, pero le dijeron que no. A nadie le gusta dar malas noticias.