LA IMPUGNACIÓN. Fue resuelta por el Tribunal Electoral de Xalapa, Veracruz, la impugnación del Partido Encuentro Social (PES) sobre el registro de la candidatura en la fórmula al Senado por la coalición Juntos Haremos Historia en Campeche. El PES impugnó el registro de cabeza de fórmula, Aníbal Ostoa y su suplente Arturo Moo. En su lugar Encuentro Social promovió el registro de José Antonio Cardozo y su suplente Juan Carlos Omaña. La Sala Regional determinó desechar de plano la demanda presentada por el Partido Encuentro Social, esto ante la actualización de la causal de improcedencia prevista en el artículo 9, párrafo 3 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, relativa a la presentación extemporánea del medio de impugnación.

Los magistrados decidieron por unanimidad rechazar la impugnación y ratificar a Ostoa y Moo como candidato y suplente al Senado por la vía de mayoría relativa de la coalición Morena-PES-PT.

Según la sentencia descrita en el Expediente SX-RAP-19/2018, de la que ‘Golpe de Timón’ posee una copia, ratifica el Acuerdo A06/INE/CAMP/CL/29-03-2018, emitido el 29 de marzo pasado por el Consejo Local del INE en el estado de Campeche. La representante del PES ante el INE Campeche, Dulce Casanova Uc había presentado la impugnación y ahora decidirá si apela ante la instancia siguiente. La segunda de tres instancias, emite su resolución a casi un mes de iniciada la campaña federal. La apelación al tribunal federal tardaría al menos otras dos semanas y la campaña continua descontando días.

Un dato: el aspirante del PES al Senado, José Antonio Cardozo conoce bien la ruta de impugnaciones y ha medido la incertidumbre que provocan alrededor del equipo impugnado. Fue Cardozo el jefe de oficina de Jorge Luis Lavalle mientras el senador impulsó 23 impugnaciones a la elección de la presidencia estatal del PAN.

AUDIENCIAS. El primer debate presidencial, el octavo en la historia de México desde 1994, fue visto por 13.7 millones de personas en el país, según el informe de Nielsen IBOPE, empresa dedicada a la medición de las audiencias. ¿Es mucho o es poco? Antes de responder a la pregunta revisemos el impacto en redes sociales y sitios de búsqueda.

El debate fue visto por más de tres millones de usuarios de redes sociales y contó con 659 mil menciones según el INE. En Facebook fue visto por más de 2.3 millones de usuarios, en Twitter por 850 mil, por Periscope y YouTube por más de 188 mil personas. ¿Es mucho o es poco?

Las tendencias de Google arrojaron que la combinación de los términos de búsqueda relacionado con el debate encontró su punto más alto de popularidad a las 21:00 horas, justo a la mitad del debate. Se detectó que el término “amnistía” fue la palabra más buscada durante el debate y en las siguientes 24 horas a través de tres conceptos de búsqueda: “qué es amnistía”, “amnistía significado” y “AMLO amnistía”.

Respondamos la pregunta pendiente. ¿Fue mucha audiencia o fue poca? En relación al universo electoral de México fue poca. Muy poca. Sumando los televidentes y los que interactuaron en redes sociales, el debate apenas fue consumido, en algún momento, por solo el 17% de la lista nominal de 90 millones de electores.

Más allá de lo que se cree percibir, los medios tradicionales y las redes sociales hoy son mundos paralelos a la realidad.

RETO. Este sábado, a las 12 de la noche, inician las campañas locales a cargos de elección popular. Hasta ahora, todos los partidos políticos continúan cicatrizando las heridas de la postulación de candidatos por la cuota de género en el núcleo de sus institutos políticos.

La fusión de candidatos federales y locales tomará tiempo. Posiblemente terminarán, el 26 de junio, las campañas y no se logren poner de acuerdo los equipos que apoyan las campañas federales y las locales y no podrán tejer el umbral electoral que enfrentarán juntos. ¿Hay disposición? No siempre. Los candidatos federales y locales llegarán al domingo sin armonizar una estrategia común. No hay indicios de campañas políticas más divididas que las del 2018; en dos sentidos, entre partidos y coaliciones y entre candidatos propios de los mismos partidos políticos.

Los ataques internos, voluntaria o involuntariamente, no tienen antecedentes. La diferenciación de coaliciones federales y locales es un principal argumento, pero no el único, es muy visible entre los candidatos opositores, y también entre los que integran la coalición oficial. Alimentado por los equipos y no aplacado por los candidatos y candidatas, que tendrían la obligación, al menos ética, de hacer notar que sus competidores y adversarios no están al interior de sus partidos políticos.

Lo que viene en términos político-electorales es impredecible, la experiencia, la disciplina y la madurez política, en el universo de candidatos, marcará una gran diferencia si atienden al principio de que todos se necesitan mutuamente. Amputar las campañas y buscar ganar es un reto, pero está más cerca del suicidio político.