LA INTERNA. La carrera por la elección interna de la presidencia del PRI debería cobrar fuerza en los días que restar de abril, para entrar finalmente en una etapa de definiciones claras sobre el proceso. Fechas definitivas, los días que dura la campaña, y las reglas de la elección.
Cinco de los seis aspirantes aún no han dado a conocer quienes acompañaran las fórmulas, que solo tiene completa la dupla del gobernador Alejandro Moreno, y de Carolina Viggiano.
El 26 de abril es la fecha prevista para que el PRI y el INE firmen el convenio para organizar las elecciones, y a solicitud de la mayoría de los aspirantes, y del propio instituto electoral, se realizarán adecuaciones a los plazos previstos por la presidencia del PRI.
La aspirante veracruzana Lorena Piñon denunció actos adelantados de campaña, lo mismo el oaxaqueño Ulises Ruíz.
Cinco de los seis aspirantes no están vinculados actualmente a ninguna otra responsabilidad y buscan apuntar los cañones para presionar a que el campechano pida licencia, lo que deberá ocurrir una vez que la convocatoria sea publicada.
¿A quien le conviene el retraso? A la nomenclatura que busca retener el partido. Mientras más se atrase más oportunidad tendrá José Narro de avanzar por el laberinto partidista y poder tocar base con las estructuras del partido.
Mientras más se atrase menos tiempo tendría Moreno Cárdenas de recorrer el país y más tiempo tendrá que dedicarlo a sus funciones como gobernador.
Hoy la elección del PRI está empantanada y poco se sabe, oficialmente, mientras que los equipos, que echan raíz cerca de los aspirantes, navegan con referencias dispares sobre una narrativa bastante deslavada.
El PRI pedirá un préstamo de 250 millones de pesos para realizar el proceso de renovación de la dirigencia nacional. Durante el LXIII Sesión Ordinaria del Consejo Político Nacional, aprobaron solicitar el préstamo, ya que el INE les descontará 231 millones 300 mil pesos por multas, lo que equivale al casi 28 por ciento de sus prerrogativas.
A finales de este mes, Alejandro Moreno deberá entregar la presidencia de la Conago a su sucesor, en el marco de la LVI reunión del organismo, donde presentará un informe de las actividades que realizó, desde el 7 de diciembre pasado, cuando asumió el cargo, para adentrarse, de tiempo completo, a principios de mayo a definir los términos de su licencia como gobernador.
En la última gira que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador a Campeche prometieron que juntos inaugurarían el Nuevo Puente de la Unidad.

LOS MORENOS. Hace unos días José Luis Flores, líder de la bancada de Morena y Presidente del Consejo Político Estatal, evidenció su sorpresa por la decisión de su partido de sustituirlo de este último cargo, sin su conocimiento, lo que dijo “atentaba contra los principios del partido y sus estatutos”, porque su responsabilidad como diputado no disputaba con la de consejero estatal.
Días después el responsable campechano del programa federal “Jóvenes construyendo el futuro”, Carlos Ucan, publicó un video donde advertía que la medida disciplinaria que le había impuesto el partido de suspender sus derechos políticos durante un año, era excesiva. Ucan puso el ejemplo de “El Chapo” como un caso de éxito ante los jóvenes, en el discurso inaugural del programa.
Dos semanas después, la consejera y funcionaria federal María del Carmen Molina fue notificada que sería llevada a la Comisión de Honor y Justicia por incitar a manifestarse durante la gira presidencial. Cercanos a Molina advierten que la funcionaria está disgustada por la decisión del partido de deslindarse de sus acciones y se presentarla ante la comisión para ser sancionada.
En el círculo de poder de Morena hay preocupación de infiltraciones en el padrón de militantes. Según se filtró en una reunión con la dirigencia del partido en Quintana Roo, la presidenta nacional Yeidckol Polevnsky aseguró que el propio Obrador había mandado la orden de cerrar las afiliaciones al partido, por temor a ser boicoteados desde el interior.
Morena, que fue creado por una amalgama política, recibió en los últimos dos años simpatizantes de todas las corrientes políticas, y el partido ha resentido este proceso. Las diferencias y las disputas internas han escalado y están faltando las figuras con la legitimidad para lograr los consensos en el partido.
Si bien la figura de López Obrador no ha sido cimbrada, Morena, como partido político, vive una constante crisis de institucionalidad interna.
El partido no logra madurar, y orbita alrededor de la figura presidencial, lo que es bastante riesgoso para ambas partes. Morena no logra escapar de la dinámica que viven los partidos políticos en México.
Su principal fundamento es promover el clientelismo a través de los programas federales, lo que a mediano y largo plazo le será insuficiente, porque la lealtad partidista dependerá de cuanto recurso llegue a la billetera de sus seguidores. ¿Quieren saber los costos de esto? Que pregunten al PRI y al PAN.

Repertorio.-Jóvenes de Morena asistieron a una reunión con un posible candidato a la gubernatura de Campeche, que no es de su partido.