Vladimir de la Torre_3

LA LÍNEA ROJA. El 8 de agosto del 2012, el presidente electo Enrique Peña pidió a Luis Videgaray que llamara a todos gobernadores priistas del país, eran 22 en total, acudieron 18. A la comida, que se extendió por varias horas, faltaron los gobernadores de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz. Estaban atendiendo las emergencias provocadas por el huracán “Ernesto”. En los últimos tres estados, Peña había perdido la elección. En Quintana Roo y Tabasco ganó Andrés Manuel, y en Veracruz, la diferente Josefina.

Peña agradeció a todos, y no era para menos. Allí frente a él, Videgaray y Pedro Joaquín Coldwell, en una larga mesa, estaban la mujer y los hombres que habían operado la elección que lo convirtió en el Presidente con más votos en la historia de México.

Peña dijo en aquella ocasión,  por primera vez,  lo que ahora repite con frecuencia: “No se necesita tanto tiempo para crear una campaña presidencial”. En su caso fueron cuatro años previo a la elección, los tiempos en los que Peña recibía de los medios el trato de co-presidente en las narices de Felipe Calderón.

Peña, el primer y único priista que ha ganado una elección presidencial en lo que va del siglo, dijo algo más, en referencia a su experiencia, a la de Labastida y a Madrazo: explicó que ningún candidato del PRI podría ganar una elección sin el apoyo de los gobernadores.

A unos días de reunirse de nuevo con los gobernadores, necesitará menos cubiertos para una mesa que ya no necesita ser tan larga. Llegarán los 14 gobernadores priístas que en 10 meses operarán la elección.

Desde la elección del 2016, donde el partido cayó en un barranco, nada que quieran hacer desde Los Pinos lo podrán hacer sin ellos. Incluso hasta el mismo Peña invitó en agosto a los expresidentes del PRI, y Enrique Ochoa a todos los exgobernadores del partido.

Alejandro Moreno llegará con ventajas nada desechables sobre sus pares. La Mesa Temática de Estatutos fue una prueba difícil. Peña se la entregó y lo que esperaban como un conflicto bélico de dos días se resolvió en 12 horas.

Peña utilizó la mesa para enviar tres mensajes importantes que terminaron siendo parte de sus estatutos: El partido debía abrirse a los ciudadanos, los jóvenes deberán tener más presencia y los veteranos del partido no pueden continuar sentados vitaliciamente en las sillas legislativas.

Un priista profundo al frente del partido necesariamente no garantizaría los triunfos, Manlio Fabio es un ejemplo reciente. Peña Nieto no pensó en Ochoa para presidir el partido, el director de la CFE se sentó en su oficina y se lo pidió.

El escenario hoy es diferente, inicia la sucesión presidencial y Peña necesita a alguien que le sea mucho más fuerte. Alejandro es una de sus cartas, una que ha utilizado varias veces.

TRIVIA. ¿Quién fue el único que acompañó al gobernador al V Informe del Presidente?

LA TRAICIÓN AZUL. Los efectos serán demoledores. La encerrona priista, que tras 10 horas postuló y aprobó a Ernesto Cordero como presidente del Senado decapitará políticamente a varios actores. A Cordero se unen otras cuatro caras visibles de la “traición azul”, los senadores Salvador Vega, Roberto Gil, Javier Lozano y Jorge Luis Lavalle. En las últimas horas el CEN del PAN recibió la petición de 26 comités estatales, y de sus  grupos parlamentarios en el Senado y el Congreso para sancionar a los cinco senadores del partido. Con el voto en contra de 33 senadores panistas, los cinco aceptaron negociar la mesa directiva con el PRI y quedarse con ella. Habrá consecuencias, las hay,  hoy inicia el proceso para expulsarlos del partido.

No midieron que en su afán de quedarse con la mesa directiva, y su cercanía con Felipe Calderón lo señalaría a él como autor intelectual del golpe a Ricardo Anaya. El costo para las aspiraciones de Margarita Zavala será altísimo, los panistas se lo cobrarán a la precandidata, quien no podrá esquivar el sable en la elección interna. Incluso en términos absolutos da igual si la expulsión procede o no, el linchamiento mediático a los cinco ha sido brutal. El hecho ubicó en otro nivel la propuesta del Fiscal General, aún por aprobarse y destrozó las aspiraciones de Javier Lozano a la gubernatura de Puebla.

Un apoyo explícito y público de los cinco a las aspiraciones de José Antonio Meade, con quienes todos son cercanos desde  tiempos del calderonato, afectará irremediablemente al precandidato con las cúpulas priistas que no querrán compartir espacios. Aún no lo reconocen pero están solos. Cordero, Lozano, Vega, Gil y Lavalle se subieron a la mesa y se lanzaron al vacío.

MEDICIÓN. “Golpe de Timón” adelantó el miércoles los indicadores sobre pobreza que anunciaría oficialmente el Coneval ese mismo día. Para 2021 no debería existir pobreza extrema en Campeche, esto si se logra mantener el ritmo de su descenso, al bajar en dos años 4,4% la pobreza se ubica hoy en 6.7%.

Sedesol encabezada por Christian Castro, según cifras oficiales, actualmente atiende a 40 de cada 100 campechanos.

Las cifras no difundidas del Coneval ubican a Campeche como la cuarta con más avance en combate a la pobreza y la tercera con menos rezago educativo.

En este periodo (2014-2016) 78 mil personas salieron de las carencias de servicios básicos de vivienda, el indicador mejor evaluado de los seis indicadores que mide el consejo.

Unos 12 mil campechanos dejaron de ser pobres y vulnerables y 38 mil salieron del rango de pobreza extrema y pasaron al nivel de pobreza moderada, indicador que naturalmente sí se elevó al pasar de 43.6% a 43.8%.

El impacto de la situación económica generada por la caída de la producción petrolera colocó a un segmento de población en condición vulnerable, aunque aseguran el tema está contenido.

Sedesol, CDI, Sedatu, Diconsa y Liconsa junto a las estatales Sedesyh, Capae y Codesvi tienen una relación directa con estos indicadores, un trabajo coordinado en el terreno ayudara más a entender que la pobreza no es una condición natural, es una imposición social.

Respuesta de la a Trivia: Ernesto Castillo.