Adolfo-Vargas-Espínola

Un día como hoy, 23 de enero (fecha en la que escribo esta colaboración), pero de los 5 años pasados, este era el tipo de cambio peso-dólar:

23/01/2012  – $13.1383

23/01/2013   – $12.6616

23/01/2014  – $13.3722

  23/01/2015  – $14.6499 

23/01/2016 – $18.5352

 Hoy              – $21.4295

¿Realmente el aumento es culpa de Donal Trump? ¿o, estará vinculado más bien a otros fenómenos económicos?

Si bien es cierto que como se fue acercando el cambio de la presidencia de los EEUU el precio del dólar empezó a elevarse, este efecto no necesariamente es culpa del mandatario, sino de la percepción que el mercado tiene al respecto.

Al hablar del dólar, hay que recordar antes que nada que el dólar es una mercancía que se compra y se vende en el mercado. Así como lo lees: las monedas también son mercancías que se compran y sirven para poder intercambiar bienes. La única diferencia es que el mercado en el que lo compras se llama mercado cambiario.  Es por eso que, al igual que el limón, el aguacate y la gasolina, cuando este es escaso, sube de precio, en cambio cuando hay mucho, es más barato.

Al precio al que se ofrecen y compran los dólares se le conoce como tipo de cambio, y varía todos los días según sea su oferta y demanda.

¿Cómo es que es escaso y por qué cambia el precio todos los días?

Los dólares con los que se determina si hay escasez en el mercado, no solo son los que tú tienes ahorrados para el shopping de San Antonio. Más bien son los dólares que de manera global se mueven como grandes olas para ser invertidos en un país o en otro, y que cuando hay cambios importantes en la economía del mundo (conocidos como cambios macroeconómicos), hacen que estos dólares salgan de un país y vayan a parar a otro. Esto ocasiona cambios generales en los precios de las divisas en el mundo.

Ejemplo de estos cambios macroeconómicos es que la economía de Estados Unidos después de estar un tanto deprimida por algunos años ya se empezó a reactivar, y por lo tanto los grandes inversionistas quienes esperan repuntes en las tasas de interés en ese país, pues comenzaron a sacar su dinero de economías emergentes…como lo es México.

Todos estos movimientos afectan el tipo de cambio ya que el valor de nuestra moneda, como sucede con otras el mundo, está determinado por una política llamada “Política de libre flotación”, misma que establece el Banco de México buscando hacer que nuestra moneda sea más competitiva en los mercados internacionales.

¿Por qué los dólares flotan y por qué al peso no se le defiende “como un perro”?

Tal vez tu papá, tu abuelo, si no es que fue a ti quien le tocó vivirlo, se acuerden de aquella frase politiquera de “defenderé al peso como un perro” (José López Portillo, presidente de 1976 a 1982) frase que caracterizó una de las épocas más complicadas de la historia del tipo de cambio peso-dólar, así como una de las tantas políticas cambiarias que México ha tenido a lo largo de la historia.

Eso quedó atrás hace muchos años, y ahora como ya platicamos el tipo de cambio actualmente se establece por la política de libre flotación, la cual es vigente desde hace poco más de 20 años.

¿Comprar o no comprar (dólares)? …¡He ahí el dilema!

Ahora bien, vayamos a lo más importante, hoy en día qué hacer. Bueno esto dependerá mucho de tus necesidades y de tus planes en corto y mediano plazos. Pero te puedo comentar lo siguiente:

• Yo compraría dólares en este momento solo si supiera que es muy urgente.

• Si tienes un viaje programado al extranjero en los siguientes meses y si te da tranquilidad, empieza a poner atención al precio y sólo compra los dólares que sepas que vas a gastar en ese viaje. Aunque también tienes la opción de no andar paseando los billetes y con más seguridad pagar con una tarjeta de crédito y liquidar el saldo cuando regreses a México al tipo de cambio que te dé tu banco.

• Comprar dólares por “especular” y jugar a guardarlo para ganar dinero, ya hace mucho tiempo que dejó de ser negocio.

• Si tienes contratados planes de ahorro o pólizas de seguro en dólares…¡ups! Pues a aguantarse y pagar.

Por favor, hazme llegar tus dudas o comentarios a mi correo, y si te sirvió esta información, pues compártela.

¡Ah!… y recuerda, la lana viene y va, pero porque tú la dejas escapar.

¡Hasta la siguiente colaboración!

Adolfo Vargas  /av Asesoría en Vida
Protección patrimonial, retiro y seguros
[email protected] / @av_campech