LAS ESTRATEGIAS. “Que se mueran los priistas”, gritaron a un conocido militante que salía del 20 de noviembre, tras terminar de jugar básquet, mientras unas 100 personas que respaldan al candidato del PAN-MC, Eliseo Fernández, avanzaban sobre la Ave. 16 de Septiembre, a un costado de la Plaza de la República. Es la segunda ocasión, en la que la convocatoria territorial de Fernández enfrenta un descalabro. El popular candidato, una semana antes había convocado a una conferencia magistral sobre emprendurismo en conocido hotel y terminaron llenando el salón con su propio equipo, según confirmó un colaborador del panista a “Golpe de Timón”.

Es natural, la capacidad movilizadora de la oposición ha sido tradicionalmente limitada. Ni la marcha, ni la conferencia expresan el ánimo hacia Eliseo, él representa mucho más que esas pobres convocatorias, pero sí es un indicador de lo expresado en este espacio en ocasiones anteriores: No es lo mismo apoyar una candidatura en las redes mientras se está acostado en la hamaca, meciéndose con el pie en la pared, que salir a la calle a defender y patentizar esa simpatía.

Los estrategas de Eliseo, le aconsejan usar un discurso de confrontación, y su equipo trae la carga “emocional y económica” para adoptar ese discurso. En otras palabras y, en resumen, el sentido es: “critica a los priistas, pero compórtate como uno”. Lo que no es difícil de comprender para alguien que debe su carrera política y empresarial a priistas y panistas. La estrategia de Eliseo ahora es venderse como empresario.

El candidato del PRI-PVEM-Nueva Alianza, que tiene terreno ganado en los círculos empresariales y sociales de la sociedad busca ahora el voto en el Campeche de adentro, el de atrás, el de los cerros, a los que en su arranque de campaña llamó “barrios altos”, para ganar territorio en ese espacio.

Según sus números, aprovechó la precampaña para reunirse con ciudadanos y sectores y tocar al voto duro de su partido; Claudio sabe que el voto duro priista no alcanza, pero sus estrategas decidieron, y con razón, que por ahí debía empezar. Las reuniones con la sociedad civil fueron aderezando el camino para el candidato priista, que, en cuatro meses, busca acortar el avance que había logrado Eliseo en dos años.

Los candidatos del PRD, Alejandro Brown; Francisco Portela, del PLC; Javier Peña Gamboa del PES, y Ana María López, del PT, buscan en las zonas más pobladas de la capital atraer el voto para ser más competitivos.

El candidato del partido Morena, Manuel Zavala, aplica una estrategia oportuna e inteligente, ir a buscar el voto en la zona verde del municipio, con lo que espera que las comunidades rurales, y no es difícil, respalden a Morena.

LA SALIDA. La salida de la presidencia del PRI nacional de Enrique Ochoa Reza estaba justificada; aplazada innecesariamente, solo bajo los criterios de que cambiarlo prematuramente (enero) complicaría el escenario de la campaña y que sería razonable permitir que él y su estructura pudieran enderezar los destinos de José Antonio Meade. Equivocadas las dos premisas.

Ochoa se quedó e hizo al partido el mayor daño posible. Su ecuación de la coalición PRI-PVEM-Nueva Alianza terminó de sepultar su capacidad de negociar cuando se incluyeron él y sus cercanos en todas las listas plurinominales posibles. Ochoa no se fue, lo echaron, un grupo de gobernadores hicieron saber al presidente, Enrique Peña Nieto, que la distribución de la cuota de género y de jóvenes había resultado un crucigrama beneficioso para la cúpula que rodea a Ochoa y no para el partido, ni los militantes.

El presidente del PRI en Campeche, Ernesto Castillo, y otros dirigentes, no pidieron públicamente su cabeza, pero estaban dispuestos.

Ochoa fue tan lejos que ni siquiera quería permitir que fuera incluido el presidente de la Red de Jóvenes por México en la lista federal. El campechano Pablo Angulo está en el lugar 5 en la lista de la tercera circunscripción, a pesar de Enrique Ochoa.

Pocos entienden al priista de a pie como René Juárez, de la base, del PRI profundo que entiende y que conoce las señales del priista tradicional. Juárez está ahí para contener y para recuperar, a 52 días de la elección, tiempo tendrá para tejer la pertenencia de los militantes incondicionales con su partido.

REPERTORIO.
-Se cruzaron haciendo campaña, él quiso provocarla y acercarse, ella dobló la esquina para evitarlo.
-Lo rescatan de la banca y hace lo impensable para algunos: convertirse en una pieza clave de la campaña.
-No le gustó nada que su exnuera compitiera por otro partido.