El salario mínimo se homologó en todo el país, noticia que ya se sabía pero eso de que sean dos pesos más es para muchos una burla y si nos ponemos a ver que nuestro salario mínimo por hora es de 8.76 pesos no es burla sino recordatorio a nuestra santa madre.

El salario mínimo, si bien no es más que una medida para determinadas cosas, proviene del mínimo que se requiere para comprar una canasta básica y no sé a qué tipo de canasta se refiere, pues para poder desayunar una torta y un refresco es necesario trabajar casi 4 hrs según esa medida estándar. Media jornada para desayunar y el resto para mal comer y eso es solo por una persona y si a eso le añadimos que como ganamos el salario mínimo ni por asomo nos va a dar para tener un vehículo y mucho menos para la gasolina, tendremos que usar el transporte público y si tenemos la suerte de solo tomar uno de ida y otro de vuelta pues necesitaremos 1hr con 14 min para conseguir el costo del trayecto y aún no pongo el costo de la luz (que ya se acabó la tarifa de verano, aunque el calor siga igual de insoportable) y demás gastos que se tienen en un hogar.

Sin embargo, el aumento al salario mínimo por insignificante que parezca, impacta en las empresas, pues su mayor desembolso son sueldos y salarios y si suponemos que una empresa tiene 100 empleados estamos hablando de 200 pesos diarios y de 6000 al mes. Quizá no parezca mucho pero con eso aumentarán los impuestos y entonces la cosa se complica.

Todo estaría bien si las empresas que pagan impuestos no estuvieran bajo una competencia desleal propiciada por casi el 60% del comercio informal que, al no tener que cumplir con impuestos, permisos, rentas y un largo etcétera, pueden ofertar sus productos a un menor precio, y como el salario mínimo es tan bajo pues lo de menor precio siempre será atractivo (o lo único que se puede adquirir). Es un círculo vicioso y si lo que se quiere es desarrollar un país se deben de implementar cambios que aumenten la base gravable y con ese dinero obtenido se amplíe la infraestructura y disminuyan los costos de los servicios públicos y con ambas, se permita la competencia leal que hará que se generen más empleos con un mejor salario reactivando la economía interna.

Aunque pareciera una cuestión que saldría contraproducente, lo que se debería hacer no es criminalizar al comercio informal sino generar los incentivos para que se vuelva formal… No, no es a través de anuncios o prebendas fiscales, el incentivo debe ser el mismo mercado y eso solo se consigue cuando el cliente prefiere comprar en el comercio formal antes que en los otros.

¿Cómo se haría? Mejores mentes que la mía trabajan en eso pero, si a mí me preguntaran yo les diría que gradualmente fueran liberando la retención de impuestos de las empresas dejando que el trabajador pague lo suyo… ya sé, sueños guajiros, dirán que nadie lo hará, pero se sorprenderían de lo responsables que podemos ser los mexicanos. Si la empresa diera el sueldo completo sin retenciones y todo, absolutamente todo lo que se comprara fuera deducible se lograría que el consumidor comprara en los establecimientos donde se les expidiera comprobante para poder deducirlo y eso haría que las empresas tuvieran que darse de alta para poder expedirlo.

El desarrollo de un país depende de muchos factores pero uno de los principales es que todos caminemos en la misma dirección y para eso, se debe de tener transparencia absoluta y más importante aún, igualdad de condiciones y de trato. La corrupción se da para favorecer a unos y perjudicar a otros y la impunidad se da cuando a unos no les pasa nada y a otros se les castiga con el “sobrepeso” de la ley.

Disminuir impuestos pero aumentando la base gravable, aumentar salarios al doble para reactivar el consumo y permitir que todo lo que se compre (siempre y cuando sea en un establecimiento formal) sea deducible, las empresas mejoraran su rendimiento al haber mayor economía interna y no competir en desventaja  y… recordar que el gobierno es una extensión de nuestra sociedad y que somos nosotros como sociedad, los que mandamos.