La reina del soul, Aretha Franklin, ha fallecido el día de hoy en Detroit a los 76 años.

Hija de un conocido reverendo, comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre y sacudió el panorama musical de los 60 al introducir los recursos del góspel en la música secular, con éxitos hoy legendarios como Respect o (You make me feel) A natural woman. Tuvo una vida precoz y turbulenta, con su primera maternidad cuando era apenas una niña, un matrimonio violento y un considerable historial de desavenencias y desdichas.

En 2010 sufrió un cáncer de páncreas y su salud había empeorado hace unos meses. El representante de la artista confirmó el fallecimiento, según la agencia AP, a causa del cáncer de páncreas.

Con ella desaparece la última gran superviviente de la era dorada de la música negra estadounidense.

El mundo de la música se volcó inmediatamente en demostrar su admiración por el legado que dejó la artista. Sir Paul McCartney fue uno de los primeros en compartir su agradecimiento a la cantante a través de Twitter: “Tomemos un momento para dar gracias por la hermosa vida de Aretha Franklin, la Reina de nuestras almas (souls, en inglés), que nos inspiró a todos por muchos años. Se la extrañará, pero el recuerdo de su grandeza como músico y un buen ser humano vivirá con nosotros para siempre. Con cariño, Paul”.

Siguieron su ejemplo Elton John, quien afirmó que “su piano estaba subestimado” y declaró que era una de sus pianistas favoritas”.

Barbra Streisand también publicó una reflexión: “Es difícil concebir un mundo sin ella. No solo fue una cantante excepcionalmente brillante, sino que su compromiso con los derechos civiles tuvo un impacto indeleble en el mundo”.

Agencias.