Soya bajaría exportación de miel a Europa

Comunidad, Miércoles 13 junio, 2012 a las 8:00 am

Wilmer Delgado Rojas

Claro que hay riesgo y éste es que se bloquee el mercado internacional de la miel, aseguró el doctor en ciencias agropecuarias José Armando Alayón Gamboa, investigador del Colegio de la Frontera Sur, en relación al incre­mento en la siembra de soya transgé­nica en la entidad, que este año podría pasar de 11 mil a 200 mil hectáreas del cultivo genéticamente modificado.

Explicó que al ser detectada, una miel producida con polen transgéni­co, será bloqueada en el mercado in­ternacional, sobre todo teniendo co­mo principal destino de exportación estánda­res de calidad.

“Lo que va a suceder es que van a devolver esa miel y se va a tener que generar un mercado local, en donde el productor ya no va a tener la ven­taja de vender a exportación y pueda ganar mucho más”, advirtió.

Dijo que aunque ya está dada la autorización a la empresa Monsan­to y no existe ningún argumento le­gal para impedir que siembre las 200 mil hectáreas, señaló que el daño se­ría lamentable debido a que una de las zonas en donde se sembrará el cultivo es en el municipio de Hopel­chén, misma zona en donde se tiene una gran producción apícola. Ade­más, también se va a sembrar soya transgénica en Champotón, Hecel­chakán, Tenabo, Calkiní, Escárcega, Carmen y Palizada, dato que no pu­do ser aportado por el delegado de la Sagarpa, Benjamín Azar García, en su pasada entrevista con EL EXPRESO.

El investigador de Ecosur expli­có que el mercado europeo es muy estricto y, de encontrar residuos de soya transgénica en la miel campe­chana, será bloqueado el producto y se retirará la compra. “Lo que está pi­diendo la Unión Europea es que esa miel ya no puede entrar como miel orgánica o limpia, se tiene que poner una etiqueta que es una miel con pre­sencia de transgénico”, señaló.

Contrario a lo señalado por la Se­cretaría de Agricultura (Sagarpa) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimenta­ria (Senasica), Alayón Gamboa refi­rió que, una vez contaminada la miel, las abejas ya no se la comen o comen sólo un tercio de lo que producen; en tanto, señaló que los productores no pueden garantizar la calidad de la miel con la limpieza de las cajas, pues no las van a dejar estériles y los resi­duos que pueden contaminarla son microscópicos.

“Ni los mismos procesos de con­trol lo pueden garantizar. La única manera en que se va a saber es cuan­do llegue al centro de acopio y lo chequen y vean que hay, si tiene ins­talado el centro de acopio un proce­dimiento para poderlo checar y, si no, hasta que llegue al mercado interna­cional, porque es lo peor, ya que se ha hecho todo un gasto y se las pueden regresar”, advirtió.

Refirió que aunque esta tempora­da no se detectaron residuos de polen transgénico, eso no garantiza que en las próximas no se pueda hallar, so­bre todo cuando la producción de so­ya genéticamente modificada pasará de 11 mil a 200 mil hectáreas.