‘Me siento como un pez en el agua’

Crónica: Roxana Vázquez Campos

Fotografía: Robin Canul Suárez

Aunque llegó retrasado a su encuentro con los campecha­nos, los ánimos no decayeron. Más de cinco mil personas acompañaron al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador durante su visita a la ciudad. Con porras, chiflidos y banderas escucharon al candidato con emo­ción y algarabía durante más de 30 minutos.

Sin importar la edad, miles de campechanos llegaron al lugar desde dos horas antes para ocupar un lugar, el más cercano al candidato, aunque su equipo de logística se comportó, en todo momento la euforia de su llegada se sintió en los alrededores arrasando con plantas y un poste de luz que adorna la Concha Acústica. Si más preámbulo y poca presentación, AMLO tomó la palabra antes de que la lluvia llegara, sin embargo, su discurso se extendió y la lluvia lo dejó como “pez en el agua”, según él.

Aunque la mayor parte de su discurso ya se conoce, pues es el mismo que ha empleado siempre y que bien domina, fue escuchado con atención y aplaudido cientos de veces, ni un minuto de su participación pasó sin que se escuchara una porra o un chiflido.

“Campeche es rico con un pueblo pobre”, fue una de sus frases más aplaudidas, interrumpida una y otra vez con frases como “¡Presidente, Presidente!”. “Eso se va a acabar porque todos tienen que ser iguales”, afirmó el candidato de la izquierda, generando la euforia colectiva.

“En mi gobierno no se dará paso a las raterías”, dijo, y señaló que se le bajará el sueldo a los altos funcionarios públicos, a aquellos que ganan más de lo que hacen, sin to­car, eso sí, a la burocracia, personal del gobierno, policías, soldados, pues sabe mejor que nadie lo poco que ganan.

“Les vamos a cortar ‘el copete’ a todos los funcionarios que ganan más de 600 mil pesos”, refirió.

“Si alguien les pregunta qué es el cambio verdadero, ustedes tienen que responder que el cambio es cortar de tajo a la corrupción que tanto ha dañado a Campeche y a México”, dijo y resaltó que la deshonestidad de sus go­bernantes es la causa de la desigualdad social, por ello hay que terminar con la corrupción y “no me va temblar la mano”, puntualizó.

Asimismo, agregó que a la mayoría del pueblo sólo le entregan migajas y sólo en temporadas electorales les en­tregan despensas, comida, marranos, entre otras cosas.

Como no ocurría algunos meses antes del inicio de las campañas, al PRD, PT y Movimiento Ciudadano se encontraron unidos en un sólo fin, apoyando a su candi­dato, cuya militancia gritaba cada vez que éste atinaba a los problemas que están pasando en el país, como los ga­solinazos, las altas tarifas de energía y la falta de empleos.

Andrés Manuel López Obrador dijo que no habrá dine­ro para los funcionarios públicos que por su posición acu­den a recibir atención médica a lugares privados, mientras que la gente del pueblo no tiene ni cómo ir a consultar. “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, repetía una y otra vez, siendo una de sus frases más aplaudidas y vitoreadas, pese a la amenaza de lluvia.

Pese a todo, su discurso fue menos crítico en compa­ración a otras ocasiones hacia los demás candidatos pre­sidenciales, pero no faltó una frase que levantara los áni­mos de la gente que lo acompañaba y esto no dejaba que se quitaran hasta el final.

AMLO no olvidó sacar a colación el tema del petróleo y recordó que México sólo tiene seis refinerías y otros países sin petróleo tienen muchísimas. “No aumentarán los impuestos… financiaremos el presupuesto combatien­do la corrupción”, afirmó.

Poco a poco la lluvia se apoderó del lugar. Algunos comenzaron a irse y otros a correr, buscando un lugar en donde se mojaran menos. La mayoría decidió quedarse, mientras el candidato señalaba: “Estamos con la lluvia, me siento como pez en el agua”.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando al final se entonó el Himno Nacional, con enjundia, a una sola voz, que hizo retumbar toda la Concha Acústica.