Se acaba el mangle; perdidas ya 100 hectáreas

Comunidad, Miércoles 13 marzo, 2013 a las 1:50 am

Frágil.  La extinción de los manglares sería fatal para la biodiversidad de la región, contando con el impacto que ello tendría a la pesca.

 

 

REDACCIÓN
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La interrupción de las corrientes de agua dulce hacia la Reserva de la Biosfera de Los Petenes, ya sea por el cambio climático o por la intervención humana en forma directa, ha ocasionado la pérdida de al menos 100 hectáreas de manglar en las inmediaciones de la Isla de Jaina, en las costas del municipio de Hecelchakán y Calkiní.

El director de esa área natural protegida, César Romero Herrera, dijo al sitio web Yucatán a la Mano que el organismo tiene que reconocer las graves afectaciones al ecosistema, del que Campeche se enorgullece de poseer la mayor cantidad en el país y ser ejemplo mundial en conservación.

Explicó que el principal problema es la “falta de flujo hidrológico’, lo que significa que el agua dulce ya no está corriendo, en el subsuelo o en la superficie, hasta estas zonas. Aunque no dijo a qué se debe el problema, sí precisó que el manglar está adaptado a vivir en agua salobre, con un porcentaje de salinidad de hasta 35 partes por mil. Por ello, cuando el agua dulce se interrumpe y sólo recibe agua del mar, comienzan las alteraciones.

“El manglar es un ecosistema altamente frágil que, lamentablemente, se deteriora si no tiene el flujo hidrológico, o bien, se les empieza a detectar plagas”, dijo y advirtió que de no ponerse pronto remedio podría ocurrir lo mismo que con los cocales de Sabancuy, Isla Aguada y Carmen, que se terminaron a causa de una epidemia y que significó pérdidas naturales y económicas.

Romero Heredia dio a conocer al informativo on line que especialistas de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), del Centro de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México (Epomex) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), realizaron un estudio, generaron una propuesta y aprobaron un proyecto para iniciar este mismo año acciones de reforestación del mangle.

Dijo que el riesgo de extinción es latente tanto en el mangle negro como en el rojo, aunque “estamos a tiempo de recuperar espacios perdidos”.

El director de la Reserva de la Biosfera de Los Petenes insistió en que cuando se desvía el agua dulce de su hábitat es cuando se mueren los manglares “y es lo que está ocurriendo en las inmediaciones de la entrada de la Isla de Jaina, donde se detectó un promedio de 90 a 100 hectáreas, donde cada día está avanzando la afectación”.

Explicó que la extinción de los manglares sería fatal para la biodiversidad de la región, contando con el impacto que ello tendría a la pesca.

Sin embargo, aunque concluyó señalando que este mismo año se iniciaría la reforestación de las zonas afectadas, no explicó cómo se recuperará o se hará para revertir la interrupción del flujo hidrológico, para evitar que el mangle, tanto el reforestado como otras áreas, sigan siendo afectadas.