Denuncia vendedor abuso de agentes de la PEP

Estado, Domingo 1 diciembre, 2013 a las 11:10 pm
Agredido. El joven de 23 años no guardó silencio y pide justicia ante el abuso de poder

Agredido. El joven de 23 años no guardó silencio y pide justicia ante el abuso de poder

Héctor Zavala
[email protected]

Su pecado fue dedicarse a la venta de dulces en los bares, ser chiapaneco e irse a tomar unos tragos el sábado. Ahora se encuentra con golpes severos y exige la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos por el abuso de autoridad de elementos de la Policía Estatal Preventiva, quienes además de atacarlo, le robaron su billetera con 700 pesos.

Los hechos ocurrieron la noche del sábado cuando Gilberto Armando Gómez Vázquez, quien se dedica a la venta de dulces de lugar en lugar, decidió acudir a tomar unos tragos con sus amigos sin imaginarse que horas más tarde recibiría una golpiza por parte de los policías.

El comerciante acudió al bar Coco Bongo para tomar unas cervezas y, al salir, fue interceptado por los elementos de la PEP, quienes sin explicación alguna y escudándose en sus uniformes actuaron como agresores en contra del chiapaneco. Gómez Vázquez acusó que los uniformados a bordo de la unidad 224 lo interceptaron cuando realizaban su rondín de vigilancia sobre la Francisco I. Madero y calle 16; siendo aparentemente “su delito” cargar una mochila en donde guarda su mercancía.

El afectado denunció que, sin explicación alguna, los policías lo esposaron y treparon a la unidad en donde, ya indefenso, uno de los uniformados empezó a patearlo y a golpearlo causándole lesiones en el rostro. La golpiza ocurrió cuando era llevado a los separos de la Policía. Y justo en el tramo comprendido de La Ría a la sede de la Policía fue donde los elementos le sacaron su cartera.

El joven de 23 años mostró los golpes que le propinaron y dijo que al salir de la sede de la SSP con hematomas en el rostro se apersonó a la PGJE para levantar la denuncia correspondiente. Denunció a los uniformados por lesiones y robo mostrando huellas de la golpiza.

Narró asimismo que momentos antes de que abandonara la Policía, uno de los uniformados le dijo en tono de burla que si le había gustado “la maquillada” de un lado del rostro porque si quería le podían emparejar el otro lado para que se viera mejor.