Separación. Los inquilinos del lugar serán enviados al DF, a Puebla y a Chiapas.

Separación. Los inquilinos del lugar serán enviados al DF, a Puebla y a Chiapas.

Robin Canul
[email protected]

Ayer inició el traslado de más de 90 niños y jóvenes de la Aldea SOS ubicada en Hampolol, Campeche, algunos de los cuales serán reubicados en la Aldea de La Villa, en la Ciudad de México, mientras otros irán a Puebla y Chiapas.

El cierre de este centro deja un vacío moral en la población del estado, y también repercute en planteles educativos, ya que al menos 32 alumnos de la Telesecundaria de Hampolol eran residentes de la aldea, y otra parte acudía a la primaria “Miguel Hidalgo y Costilla”.

 Además, alrededor de 26 personas, entre administrativos, docentes y personal de asistencia social, se quedarán sin empleo. En un tráiler los niños guardaron todos los cimientos caminados: ropa, juguetes y otras pertenencias que viajarán hasta su nuevo hogar.

Cynthia es un caso de superación, pues a sus 19 años ya cuenta con un negocio propio; pasó 17 años de su vida en la aldea y hoy ve con tristeza el vacío que deja el cierre.

“Muchos no están de acuerdo con el traslado, yo por ejemplo, ya no estoy en aldea, pero sigue siendo como mi casa, ahí está la verdadera familia con la que crecí, pues yo nunca conocí a mis padres, es una vi da completa la que se llevan al cerrar la aldea”, comentó Cynthia, quien se prepara para cumplir su cauce de ingresar a la universidad para estudiar médico forense.

La principal preocupación de los niños y jóvenes que serán reubicados en el DF, Puebla y Chiapas, es la lejanía que tendrán de sus familias naturales, incluyendo a las madres y tías, que es así como les llaman a las personas encargadas de darles apoyo moral.

Eran 10 las familias que habitaban la Aldea de Hampolol.

Ninguno de los directivos locales quiso dar declaraciones sobre este hecho, y fueron los mismos niños quienes comentaron que el argumento para cerrar el lugar eran las malas condiciones en las que se encuentra.

Cabe señalar que estos centros brindaban atención a niños en desamparo, que eran canalizados por el DIF de todo el estado.

 Aún no se sabe qué destino tendrán los predios donde se encuentran las instalaciones. Lo cierto es que gran parte de la sociedad civil se encuentra consternada por el cierre de las aldeas y el traslado de sus inquilinos.