Caos en Hecelchakán; protestas en la capital

REDACCIÓN Y ROBIN CANUL
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Decenas de campechanos salieron ayer a las calles a protestar por la violencia que se vive en el país… pero el justo movimiento de muchos fue pervertido por un pequeño grupo que usó la violencia como su bandera.

Ayer, en la significativa fecha del 20 de noviembre, aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, organizaciones civiles, agrupaciones, militantes de izquierda y estudiantes se manifestaron por los casos Ayotzinapa y Bolonchén, exigiendo justicia y que aparezcan con vida los normalistas… y todas las personas desaparecidas.

Sin embargo, en Hecelchakán, donde se celebrará el desfile conmemorativo, un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural ‘Justo Sierra Méndez’, vestidos de negro y encapuchados, se salieron del contingente frente al Palacio Municipal, donde colocaron un monigote de trapo en la puerta y le arrojaron bombas molotov, que lo hicieron incendiarse.

Ninguna autoridad municipal, ni Protección Civil, ni bomberos, ni la policía, ni el propio alcalde Fernando Sleme Lavadores, aparecieron al momento para poner orden pese a ser un reducido número de personas los que realizaban estos actos.

El personal del Ayuntamiento, al ver el fuego, utilizó extintores de polvo químico para apagarlo, mientras que los infiltrados se retiraron sin ser detenidos por la Policía Municipal. EL EXPRESO supo que el alcalde Sleme observó los hechos desde un edificio contiguo y optó por mantenerse al margen de un evento que él mismo convocó.

También al mediodía, pero en la capital campechana, comenzaron una serie de manifestaciones. A esa hora, Luis Antonio Che Cu y unos 600 integrantes del Frente Campesino Independiente ‘Emiliano Zapata’ desfilaron por el primer cuadro de la ciudad y se manifestaron en los palacios Federal y Legislativo exigiendo justicia y equidad para con los pobladores de las zonas rurales.

También, por separado, marcharon trabajadores del sindicato de telefonistas y militantes de Morena.

Pero por la noche, congregados en el Parque Principal, se reunieron más de 600 campechanos de diversas organizaciones, como Morena, el Colectivo pro Derechos Humanos ‘El Caracol’, el Observatorio de la Violencia de Género, sindicato de telefonistas, Freciez, maestros, sociedad civil y familias en general.

El numeroso contingente que formaron, marchó por la calle 8, una fracción del Circuito Baluartes, para después entrar por la Calle 59 gritando porras y exigiendo justicia a las familias de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, de los fusilados en Tlatlaya y del fallecido en Bolonchén de Rejón, así como de las mujeres víctimas de los feminicidios.

Fue una jornada que se vivió tensa en todo el país, desde la Ciudad de México hasta estados como Guerrero y Michoacán, donde el principal elemento fue la exigencia de la paz, mediante actos violentos.