ROBIN CANUL
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Ante la amenaza inminente por la plaga de langostas que ingresó al estado, el director del Comité Estatal de Sanidad Vegetal (Cesavecam), Edgar Torres Abrego, pidió sumar voluntades a las instituciones pertinentes, así como la participación de comisarios ejidales y productores a fin de erradicar el problema.

Edgar Torres Abrego, a través del secretario de Desarrollo Rural, Everardo Aceves Navarro, urgió una reunión entre autoridades de los municipios de Hecelchakán, Hopelchén, Calkiní, Tenabo y Campeche para mantener una red de monitoreo en las zonas de trayectoria de las mangas de langosta.

De acuerdo al informe de dicho organismo auxiliar de la Sagarpa, actualmente la manga de langosta se encuentra ubicada en la colindancia de la hacienda Blanca Flor, en montes altos de los campos menonitas, lugar en donde ya se procedió a realizar acciones de control químico.

De acuerdo con el titular de Cesavecam, la plaga se habría dividido en dos mangas al ingresar por la costa, una parte en tierra firma en el municipio de Hecelchakán y otra por la zona de los Petenes, en donde no representa riesgo alguno, pues inclusive podría resultar benéfico para la fauna que ahí habita.

Edgar Torres Abrego explicó que combaten a la langosta con un polvo químico llamado Paratión Etílico, autorizado por Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).

Dicha sustancia es un plaguicida también conocido como tiofosfato que fue prohibido y excluido de la lista de sustancias activas autorizadas para el uso en productos de protección de plantas por estar relacionados por daños a la salud, humana y animal, así como al medio ambiente.

El director de Cesavecam expresó que en Yucatán se detectaron al menos 400 criaderos naturales de langosta, y que existe riesgo de pérdidas económicas, pues el estado de Campeche representa entre un 75 y 80% de la producción agrícola de la Península de Yucatán.

A pesar que el estado sólo ha fungido como tránsito para el paso de las mangas de langosta, estimó que existe una posibilidad de que las áreas de anidación se extiendan al estado, pues los meses de febrero y marzo son las temporadas aptas para la ovación del insecto. “Será muy difícil atacar a la langosta si no tenemos la ayuda de los productores y todas las autoridades”, acotó.

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