Como si fuera su primer día de clases. Los diputados de la LXII Legislatura llegaron ayer al recinto legislativo para su toma de protesta, llevando consigo a familiares, amigos, a sus secretarios particulares y fotógrafos.

La cita para el evento tan esperado por todos los diputados electos fue programada para las 18:00 horas, pero desde una hora antes el Palacio Legislativo abrió sus puertas a todos los invitados, dejando atrás la logística y la organización del lugar.

De derecha a izquierda, lugares de prensa y hasta el centro fue ocupado, pues nadie quería perderse la oportunidad de saludar a su diputado favorito para que se acordaran de las promesas hechas en campaña, o mejor aún, para mostrar sus pancartas o lonas impresas con cariño con el mensaje entre líneas de “no me olvides”.

La entrada al recinto se volvió una odisea conforme se acercaba la hora. Poco a poco y en  medio de empujones y abrazos fueron llegando los nuevos diputados, todos bien bañaditos, arregladitos, alineados, todos de blanco a excepción de las diputadas panistas, quienes fueron vestidas de azul marino para marcar la diferencia.

Las puertas del corral que encierra las curules del Palacio Legislativo permanecían cerradas, pues el personal no ubicaba a los nuevos diputados y no los dejaban entrar. Mientras tanto, por la multitud, el aire condicionado apenas se podía sentir y los diputados comenzaron a desesperarse, pues no les daban la atención que merecían.

Rápidamente los secretarios particulares ingresaron a empujones y sin importar quién se les pusiera enfrente, pues su trabajo tenían que cumplir a partir de ese momento. A fin pasaron a ocupar sus lugares, los cuales ya tenían sus nombres en una tarjeta.

Como primer día, como niños bien portados y con buenos modales, unos que otros pasaron a presentarse con todos los diputados sin importar el color de su partido. Al entrar el expresidente de la Mesa Directiva de la LXI Legislatura, Ramón Ochoa Peña, en compañía de Adda Luz Ferrer, Yolanda Valladares  y Jesús Quiñones Loeza, tomaron sus lugares, dando paso con ello al pase de lista.

Los nervios en la mayoría era notario, pues no sabían qué hacer al escuchar sus nombres. Todos fueron aplaudidos por sus invitados, pero quien llevó más “porra” fue el diputado carmelita Luis Ramón Peralta May, ya que antes de entrar coordinó a sus acompañantes para no fallar.

El panista Eliseo Montufar, el priista Ramón Méndez Lanz, y José Guzmán Chi del Panal, también llevaron porras y hasta cuando no los mencionaban se les escapaba lo ensayado a fin de que no se les olvide.

Luego dio paso a la toma de protesta para que posteriormente se diera la votación –que ya estaba pactada- para la conformación de la Mesa Directiva.

Al finalizar, poco a poco la gente se retiraba y esperaban en la parte baja del recinto para saludar a sus nuevos diputados. Mientras la legislatura saliente entregó a la presidenta de la Mesa Directiva, Ángela del Carmen Damas Cámara, los pendientes y avances que deberán dar seguimiento.

Ramón Ochoa Peña, en un discurso de despedida y de encomienda, dio por finalizada la ceremonia. Fue ahí entonces que los nuevos diputados saludaron y posaron para las fotos del recuerdo con sus familiares y amigos.

Roxana Vázquez Campos
[email protected]