Las autoridades federales fracasaron en su primer intento de entrega del protocolo para llevar a cabo la consulta indígena sobre la siembra de soya transgénica en territorio maya.

El evento fue encabezado por el delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo los Pueblos Indígenas (CDI), Pedro Armentia López, y por Marco Antonio Ramírez Velázquez, subdirector de Desarrollo e Innovación Científica y Tecnológica de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), en conformidad a la convocatoria publicada el pasado 1 de abril  en los municipios de Hopelchén y Tenabo.

Con la participación de tan solo 13 representantes de las 34 comunidades mayas que conforman el municipio Hopelchén, la reunión tuvo que posponerse para el próximo 30 de junio, ya que no se logró una mayoría para la toma de decisiones como posiblemente lo tenía previsto el representante de Cibiogem.

Asumiendo que se cumpliría con la primera fase de acuerdos previos, Marco Antonio Ramírez Velázquez, representante de Cibiogem, planteó que “para efectos que podamos llegar a acuerdos el día de hoy, estás 13 comunidades van a poder firmar  el acta y van a poder firmar este protocolo específico de consulta; van a poder acordar las fechas, los lugares, y los temas para la fase informativa, la fase deliberativa, la fase consultiva y la de seguimiento de acuerdos”.

Representantes de comunidades y líderes comunitarios exigieron apegarse a los usos y costumbres de las comunidades mayas del municipio, así como llevar la discusión y diálogo en lengua maya.

El desenlace de esta primera reunión pone en evidencia la falta de trabajo informativo previo realizado por las autoridades competentes para dar a conocer en las comunidades el sentido y objetivos de la consulta indígena. Así fue declarado por participantes al evento, quienes desconocían en qué consistía el protocolo y los motivos de la reunión.

Redacción
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