Ramón Espínola Blanco, presidente de la firma constructora Constructores Unidos de Campeche (CUCSA), rechazó las afirmaciones del síndico Rafael Lezama, quien acusó a la empresa de entregar los fraccionamientos sin servicios.

El también presidente de la Asociación Inmobiliaria de Campeche señaló que hay un mal entendido por la forma de decir las cosas, pues lo que sucedió con el fraccionamiento Altamira tiene que ver con el hecho de que todas las constructoras que le trabajan a los bancos, Infonavit y Fovissste están obligadas a pagar una verificación de obras y no liberan las casas para su venta si no certifican que tengan todos los servicios.

También, dijo, se cuenta con seguro de calidad que igual se verifica que se tenga y por último antes de vender la casas se solicita la verificación de terminación de la obra.

Recordó que su constructora ha hecho más de 20 mil viviendas y continúan construyendo porque las economías en general de todos los estados están mal y Campeche es un estado que hay desempleo y la construcción es la que más abarca en ofrecer trabajo, pues en su empresa ofrece más de mil empleos a albañiles, plomeros y electricistas.

Wilmer Delgado Rojas
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