El proceso de consulta indígena sobre la siembra de soya transgénica genéticamente modificada se lleva a cabo con graves violaciones a los principios establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), denunció la Misión de Observación (MO) de la Consulta al Pueblo Maya.

A través de un comunicado, los observadores señalaron que durante la segunda sesión de la fase de “Acuerdos Previos” en los municipios de Hopelchén y Tenabo, detectaron  graves irregularidades que han violentado los principios establecidos por la SCJN, generando desconfianza y restando validez al proceso.

Recordaron que en la sesión de Hopelchén, desde  horas antes del inicio de la reunión, la  sede del encuentro estaba ocupada por alrededor de cien agricultores y productores a favor de la siembra de soya genéticamente modificada, lo que impidió el acceso, en su mayoría, de los representantes de las comunidades que debían ser consultadas por falta de cupo, violentando así su derecho a la consulta.

Ante estas circunstancias, denunciaron que las autoridades optaron por realizar dos reuniones en espacios paralelos a pesar de la solicitud de los representantes indígenas comunitarios quienes pedían se les entregara el plan de trabajo y se suspendiera la sesión por no haber las condiciones mínimas de seguridad y respeto para llevar a cabo la reunión convocada.

“En la sesión ocupada por simpatizantes a la siembra de soya genéticamente modificada, en su mayoría ajenos a las comunidades, se presionó a las autoridades a firmar un acta que permitiera la siembra de soya de manera inmediata, incluso amenazaron con cerrar las puertas e impedir la salida de las personas hasta lograr sus objetivos”, dijeron.

Del mismo modo, dijeron que  en la sesión de Tenabo, el 1 de julio, el asesor que representa a comunidades mayas leyó una carta donde informó que debido al antecedente ocurrido en Hopelchén y la reunión posterior convocada por la delegación de Sagarpa en Campeche con productores de soya de la comunidad de Vicente Guerrero Iturbide y representantes de 4 campos menonitas,  sólo recibirían el programa de trabajo de la consulta indígena para analizarlo y continuarían con la fase de acuerdos previos hasta el 15 de octubre al igual que la mayoría de las comunidades de Hopelchén.

Señalaron que otra cuestión preocupante fue que algunos participantes se transportaron en camionetas de empresas distribuidoras de semillas y herbicidas ligadas a Monsanto, dejándolas estacionadas afuera del lugar y por ende violentando el principio de buena fe y consulta libre.

“Los hechos citados evidencian que los principios mandatados por la sentencia de la SCJN fueron vulnerados por la dependencias responsables del proceso y por Monsanto”, expresaron.

Dichas dependencias no aseguraron condiciones de seguridad para la realización de la reunión, permitiendo que terceros ajenos a la consulta intervinieran en este proceso y coaccionaran a las comunidades.

Por último, los integrantes de la Misión de Observación hicieron un llamado a las autoridades a conducirse con pleno apego a una consulta libre e informada y culturalmente adecuada, establecidos por la SCJN y los instrumentos internacionales.

Redacción
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