Confirmando que es una tradición que sigue más viva que nunca, miles de personas acudieron a los diversos cementerios de la ciudad para recordar a sus difuntos el día de ayer que fue el Día de todos los Santos.

Desde temprana hora la gente acudió a los cementerios de la ciudad como Jardines del Ángel, Siglo XXI, Samulá, San Román y Santa Lucía, para llevar flores, veladoras e incluso bebidas, prendas y objetos que usaban sus difuntos. Además, en panteones como el de Siglo XXI se pudo apreciar gente con acordeones y guitarras para dedicar algunas canciones a sus familiares ya fallecidos.

En todos los panteones se oficiaron misas para pedir la expiación por las almas de los difuntos, mientras que otras personas hicieron rezos por separado en las tumbas de sus seres queridos.

A las afueras de los camposantos esperaban los que vendían raspados, kibis y chicharrones para calmar la sed por el intenso calor y el hambre o antojo que pudiera surgir durante la visita a estos lugares. También estaban presentes los venteros de flores y de veladoras, poniéndose más vivos que nunca en cuanto a los precios.

Las tumbas que hasta hace unos días estaban lóbregas, sucias y en mal estado, ayer lucían limpias, adornadas y con una nueva capa de pintura y con veladoras aromáticas, demostrando que esta festividad se sigue realizando con fervor y respeto.

La gran respuesta de la gente inició desde muy temprano y a pesar de que en la tarde se hizo presente la lluvia en el estado, los visitantes no frenaron ya que se mantuvieron en los cementerios y disfrutaron el día con sus seres queridos.

En cuanto a seguridad, la mayoría de los camposantos contó con personal de protección civil en los accesos, los cuales se mantuvieron en guardia para cualquier problema o accidente.

Gilberto Ávila
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