Lamentable. Definitivamente, ya no hay temor ni siquiera a Dios. Según el Obispo de Campeche, José Francisco González González, desde hace dos años a la fecha, los robos a las iglesias se han disparado hasta en un 600 por ciento, la mayoría de las veces sin identificar a los responsables de tales actos.

En entrevista, Monseñor señaló que en las recientes semanas ha habido bastantes robos a las iglesias, siendo el último caso a saber el  ocurrido hace una semana en la comunidad de Sodzil, Hecelchakán, donde unos sujetos se robaron bocinas, guitarras y el vino que utiliza el padre para la eucaristía.

El Obispo indicó que los lugares donde se han presentado más robos a iglesias son los municipios del Carmen, Escárcega, Champotón y la misma ciudad de Campeche. Además, enfatizó que a raíz de que entró en vigor el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, respecto a los presuntos culpables, ha favorecido a que los hurtos se den con mayor frecuencia.

“Se ha vuelto el robo una manera de vivir para algunas gentes y como las leyes se modificaron en cuanto a la atención de presuntos delincuentes, ha favorecido a que se den más, hay más facilidad para desligarse de una acción carcelaria o de otro tipo de acciones”, comentó.

“Si comparamos de dos años a la fecha, yo diría que se han incrementado entre un 500 a un 600 por ciento respecto a tiempos anteriores, es decir, antes había pero muy de vez en cuando y ahora se está dando muy seguido, de manera incomprensible porque nunca se sabe quién y cómo fue. A veces no se le informa a la autoridad porque se pierde más tiempo en denunciar que con la esperanza de recuperar aquello que se llevaron”, añadió.

En este sentido, detalló que los ladrones se llevan lo que encuentran a su paso, que a veces buscan dinero pero como la mayoría de las iglesias no manejan recursos, buscan alguna otra cosa, puede ser algún objeto que sirva para la celebración de la misa, a veces un equipo de sonido, entre otras cosas.

“La mayoría de las iglesias, sobre todo las capillas, tienen poco mobiliario, pocas sillas, pocas bandas, las imágenes no son de gran precio, son imágenes muy sencillas que a veces la gente regala, entonces se llevan lo que encuentran a la mano”, puntualizó.

“Urge reforzar la seguridad, porque el robo ya no es sólo en las iglesias sino se da con la gente que va caminando, en las casas, comercios que son repetitivamente robados. Lo que más preocupa es que ya no es robar por robar sino que ya hay violencia, ya hay armas de fuego o armas blancas pero utilizadas con violencia”, sentenció José González González.

Gilberto Ávila
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