El tema de las viviendas abandonadas en el primer cuadro de la ciudad no es un problema de solo este lugar, esto es un problema igualmente en los barrios como San Francisco, Guadalupe, San Román y el Centro, es algo alarmante, ya que el 60 por ciento de todas las casas no están habitadas y muchas de ellas se encuentran a punto de desplomarse, poniendo en riesgo a los transeúntes y los dueños no han hecho algo para darle el mantenimiento adecuado.

En entrevista, Vianey Ruz Quiñones, directora de la Unidad de Desarrollo Urbano y Planeación Urbana del Ayuntamiento de Campeche, señaló que actualmente se está trabajando con la Unidad de Catastro porque ellos tienen la base total de casas abandonadas en el primer cuadro de la ciudad, para que posteriormente sacar la lista de propietarios para empezar con los exhortos.

“Hemos visto que no les ha interesado o simplemente los están dejando en abandono para así hacer que las construcciones al interior, como es Centro Histórico, se derrumben y el INAH no tenga tanta injerencia en qué material va a utilizar ahora, si lo va a consolidar, sino que como ya es construcción nueva al interior pues el INAH tenga esa postura de admitirle la utilización de materiales actuales”, dijo.

En este sentido, explicó que para tener una seguridad de cómo están realmente las viviendas, sería utilizada la tecnología para hacer una vista área e ir avanzando en el tema, refiriendo que aproximadamente, de todo lo que es San Francisco, Guadalupe, San Román, y el Centro, un 60 por ciento de viviendas están abandonadas.

“Hay casas que están cerradas, algunas se ven enseguida que están en abandono por la maleza que sale, pero hay otras que están cerradas y no se ven. Estamos viendo la posibilidad de apoyarnos con tecnología aérea para ir viendo cómo está la situación porque a veces por la fachada, como le han dado mantenimiento por las anteriores administraciones, no se nota en algunos predios, en otros sí”, precisó.

Y es que en este tenor, también le corresponde a las autoridades de Protección Civil y al INAH hacer algo al respecto ya que esto representa un grave peligro a los transeúntes y vecinos de estas casas abandonadas por algún posible derrumbe.

Gilberto Ávila
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