Ayer, EL EXPRESO publicó que el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, uso prestanombres para poder tejer toda una red de corrupción para la compra de 600 parcelas en el ejido de Lerma, que son aproximadamente 10 mil 750 hectáreas.

De todos los que se hicieron pasar como ‘ejidatarios’ en una asamblea efectuada en el 2011, destacan siete nombres que fueron los cabecillas del despojo de las tierras a los 172 ejidatarios en aquel entonces.

Antonino Almazán Arteaga y Miguel Velázquez Nieva, apoderados legales de la empresa ICAE de México, fueron quienes iniciaron con el despojo al empujar a los ejidatarios a cambiar el destino de las tierras de Lerma, por medio de un pago de 230 mil pesos a cada uno. Sin embargo, a más del 50 por ciento de los ejidatarios no le terminaron de saldar el pago.

El historial que tiene Antonino Almazán Arteaga ha sido de atacar al ejidatario Pedro Celestino May Can precisamente por las acusaciones que éste último ha realizado y evidenciado de la forma como operaron, utilizando artimañas como manifestaciones acarreadas por los propios ejidatarios, a quienes les entregó pancartas con letras legibles y bien hechas (esto comprobado con publicaciones de medios de comunicación), así como amenazar y hasta intento de homicidio. Hasta ahora se desconoce su paradero.

Por otra parte, Miguel Velázquez Nieva, hoy prófugo de la justicia, y según la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, era también accionista de Terra Urbanizaciones y Desarrollos Inmobiliarios, junto con otro prestanombres de Javier Duarte: Santa Bartolo Acuña.

Ellos pactaron pagarle al abogado del hoy preso ex gobernador, Alfonso Ortega López (quien de igual forma se hizo pasar como ejidatario de Lerma y quien confesó la creación de empresas fantasmas durante el sexenio de Duarte de Ochoa), una suma de alrededor de 244 millones 762 mil 560 pesos (un precio 20 mil 949 veces mayor al que pagaron a los ejidatarios) por cuatro parcelas de su propiedad en el mismo ejido.

La empresa de Velázquez Nieva y Santa Bartolo Acuña, sólo saldaron 215 millones 862 mil 16 pesos a favor de instrumentos financieros contratados a nombre de Ortega López, quedando pendiente pagar 28 millones 900 mil 544 pesos.

Referente a Moisés Mansur Cysneiros, de quien se habló de su supuesta muerte en un accidente automovilístico a mediados de octubre del 2016, de que puso en su testamento a Javier Duarte como su heredero y que según medios de comunicación se le ha visto en Brasil, acordó vender cinco de las parcelas a Consorcio Brades S.A de C.V., empresa fantasma que el mismo Alfonso Ortega López reconoció, en 253 millones 300 mil 963 pesos, esto en el 2013.

Del total de la suma acordada, Moisés Mansur Cysneiros recibió 223 millones 800 mil 963 pesos, quedando pendiente por pagar 29 millones 500 mil pesos. Sin embargo, esas parcelas habían sido adquiridas por Mansur tres años antes en apenas millón y medio de pesos, incluso, el valor catastral de los mismos eran de 200 mil pesos pero tuvo que desembolsar más dinero a Antonino Almazán Arteaga para que Moisés Mansur sea “ejidatario”.

Sobre José Juan Janeiro Rodríguez y Rafael Genaro Rosas Bocardo, ambos fueron nombrados igual en 2011 como integrantes del Comisariado Ejidal, y también pactaron la compra de terrenos en el ejido de Lerma. Los dos sujetos fueron los encargados de invertir los recursos obtenidos de las empresas fantasmas que ellos crearon.

Gilberto Ávila
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Foto:Archivo