Nada más Dios es quien puede arrancar la vida en el momento que él desea llevársela, ya sea por vejez o por alguna enfermedad, declaró el Obispo de Campeche, José Francisco González González.

En entrevista con el jerarca de la iglesia de Campeche, dijo que la vida humana es un don de dios, nacemos cuando Dios quiere y entregamos nuestra vida la cual administramos cuando Dios quiere, la vida no es propia, sino es un regalo en administración de la cual hay que dar cuenta.

Agregó que una sociedad que no respeta la vida, es una sociedad que se contrapone al designio divino, así como cuando una sociedad no respete a los niños que nacen (el aborto), pero cuando la sociedad desprecia a sus ancianos, margina a sus enfermos, es una sociedad que se vuelve “usa y tira de desechos”, debido a que ya no produce.

González González, comentó que la economía pesa más sobre la misma dignidad humana, pues la vida humana no pierde su dignidad ni por la edad, así como menos por la salud, sigue conservando su misma dignidad y los enfermos nos enseñan mucho, los ancianos son el bagaje histórico de una sociedad, sacarlos de la sociedad significa perder mucho, una persona enferma enseña otras dimensiones de la vida humana que también son muy importantes.

Expresó que los enfermos en torno a la familia son el punto de unión y reunión, indisputablemente no se debe de encarnizar a un enfermo, sobre todo cuando no hay esperanza de mejoría, destacó que se debe de dejar que la vida entregue de una manera natural, pero ciertamente se tiene la obligación de alimentar el enfermo.

Indicó que los medios naturales y ordinarios se deben de hacer, los medios extraordinarios no se está obligado hacer para conservar la vida, el médico cuando realiza su profesión declara que está para salvar una vida, un médico no debe de prestarse para acabar con la vida, debe de procurar salvar la vida y mantener en vida de manera sana.

Explicó que el ser humano está llamado para vivir, una persona no escoge el momento de nacer y menos escoge el momento de morir, cuando Dios quiere, cuando Dios quiere se entrega al vida, y cuando no es así, hay que saberla vivir con las circunstancia que se tienen.

“En la sociedad consumista puede entrar el criterio económico de que se gasta mucho, en una sociedad catastrófica puede entrar el argumento demográfico de que somos muchos y casi siempre, los que pierden son los pobres, y son a los que se quiere eliminar, la eutanasia puede ser un motivo ideologizante para hacer desaparecer aquellos que no son conveniente mantenerlos en el mundo”, manifestó el Obispo.

José Francisco González González finalizó diciendo que la eutanasia que también se le puede llamar Voluntad Anticipada tiene grandes riesgos, grandes problemas que puede ocasionar en una sociedad, hay que imaginar el problema moral, cuando un persona tenga qué decidir a quién desaparecer, a quien adelantar su vida o su muerte, los problemas de conciencia que se van a venir, salvo que ya no se tenga conciencia, puede ser otro problema.

Wilmer Delgado Rojas
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