En imagen proporcionada por la agencia de noticias árabe WAM, el primer ministro británico David Cameron, izquierda, conversa con el presidente de los Emiratos Arabes Unidos, jeque Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan, en el Palacio de Al Rawda en la ciudad de Ain en Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos, el martes 6 de noviembre de 2012. En su visita, Cameron sugirió que al presidente sirio Bashar Assad se le podría permitir salir del país con seguridad si esa opción garantiza el fin de la guerra civil del país. (Foto AP/WAM)

Associated Press

RIAD, Arabia Saudita (AP) — Al presidente sirio Bashar Assad se le podría permitir salir del país con seguridad si esa opción garantiza el fin de la guerra civil del país, sugirió el martes el primer ministro británico David Cameron.

En una entrevista con la televisora Al Arabiya, Cameron dijo que la comunidad internacional debería considerar cualquier opción “para sacar a ese hombre del país y tener una transición segura en Siria”.

“No le estoy ofreciendo un plan de salida a Gran Bretaña, pero si desea irse, podría irse, eso puede arreglarse”, dijo Cameron desde Abu Dhabi en el segundo día de una gira de tres por el Golfo Pérsico y Medio Oriente.

Grupos activistas han denunciado que desde el inicio del levantamiento en Siria en marzo de 2011, más de 36.000 personas han sido muertas. El conflicto ahora se encuentra en un estancamiento militar, del cual los rebeldes culpan a la falta de armas estratégicas como misiles antiaéreos.

“Claro, yo estaría a favor de que él enfrentara toda la fuerza de la ley y la justicia internacional por lo que ha hecho”, dijo Cameron antes de su llegada a Yeda, Arabia Saudí, donde sostendrá pláticas con el rey Abdalá.

En Londres, diplomáticos británicos dijeron que Cameron no estaba sugiriendo que Assad podría evadir un potencial enjuiciamiento internacional si se le garantiza una salida segura de Siria.

Cameron había dicho previamente que el fracaso de las potencias mundiales para frenar los ataques del régimen de Assad contra sus opositores era una “mancha terrible” en la reputación de unas estancadas Naciones Unidas, donde Rusia y China han bloqueado reiteradamente los intentos de aprobar sanciones más severas en el Consejo de Seguridad.