Agencias
Un hombre se salvó de una muerte segura por casualidad en esta madrugada. Desorientado, se desequilibró y cayó desde la cornisa del observatorio del Empire State Building, en el piso 86. La suerte quiso que en lugar de aterrizar sobre el duro asfalto de Manhattan tras una caída libre de más de 300 metros, cayese sobre un saliente sólo un piso más abajo.
Los argentinos Ariel Luis Jofre y Julieta Paola Barambones fueron testigos del hecho. La pareja vio cómo sus piernas se balanceaban y creyeron que caería de nuevo, provocando una tragedia. Pero lo cierto es que este hombre ha sido rescatado con un tobillo roto y cortes en el brazo, pero vivo.
Las autoridades están investigando el incidente y, de momento, no han desvelado si se trató de un intento de suicidio o de un accidente. Lo que sí que han adelantado es que, cuando el afortunado accidentado se recupere de sus heridas, será procesado por entrar sin autorización en una zona prohibida.
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