Asedio. Edificio destruido por un ataque aéreo de las fuerzas sirias en el pueblo de Qusair cerca de la frontera del Líbano

Associated Press

BEIRUT, Líbano (AP) — Por lo menos 300 heridos de gravedad, residentes de un pueblo asediado sirio cerca de la frontera con Líbano, deben salir de la población para recibir tratamiento médico, dijo el lunes un médico a The Associated Press, mientras continuaban los combates en Qusair por tercera semana consecutiva.

Kasem Alzein, quien coordina la atención médica en varios hospitales de campaña en Qusair, dijo que los heridos eran atendidos en casas privadas después que el principal hospital del pueblo fue destruido durante combates con el ejército sirio, respaldado por los guerrilleros de Jezbolá en Líbano y los rebeldes que tratan de derrocar al régimen del presidente Bashar Assad.

En declaraciones a la AP desde Qusair a través de Skype, Alzein pidió ayuda, señalando que los esfuerzos de evacuación local habían fracasado después que un convoy fue atacado la semana pasada y 13 de los heridos fueron asesinados.

Dijo que se acaban los suministros médicos y que los doctores que atienden a los heridos más graves necesitan oxígeno para mantener vivas a unas 300 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos.

“Las condiciones humanitarias y médicas son terribles”, manifestó Alzein, agregando que no han llegado suministros médicos al pueblo desde que el gobierno lanzó una ofensiva contra Qusair el 19 de mayo.

“Estamos atendiendo a la gente en sus viviendas en ambientes no esterilizados. Hemos tratado de evacuar a los heridos y no podemos. Nadie nos presta ayuda”, destacó.

Alzein dijo que 50 viviendas abandonadas en los alrededores de Qusair han sido convertidas en hospitales improvisados. Cuatro de las casas ahora son salas de operación. Agregó que los médicos han concentrado suministros médicos, pero que acaban lo antibióticos, vendajes y anestésicos. Las provisiones de oxígeno ya se agotaron, dijo.

El ataque con proyectiles continuaba el lunes, dijo Alzein. “Cada día surgen nuevos heridos”, añadió.

Las autoridades en Damasco no han atendido las exhortaciones de Naciones Unidas y otras organizaciones de asistencia a fin de que se permita el acceso de los socorristas a Qusair.

Al tiempo, continúan los combates, pero ninguna de las partes ha logrado asestar el golpe decisivo. Las tropas del régimen y los combatientes de Jezbolá han ganado terreno, pero lo rebeldes han podido defender algunas posiciones logradas y parecen estar atrincherados en el norte y el oeste del pueblo.