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Las amenazas que alguna vez escuchamos de boca de muchos padres se hicieron realidad en la localidad de Columbus, en Estados Unidos, cuando una madre decidió armar un “arresto” para su hijo Sean de 10 años, que se portaba mal en el colegio.
Chiquita Hill, de 33 años, se decidió luego de que ni una visita del profesor de Sean a su casa, para hablar de su comportamiento y su rendimiento en la escuela hiciera efecto. “Es grosero, irrespetuoso, no escucha, no para de hablar y no hace su tarea”.
Cuando el profesor se fue de su casa, la madre decidió pedir ayuda a la policía para llevar a cabo su polémico escarmiento. Llamó a la comisaría local y pidió que policías fueran a “arrestar” a su hijo.
A pesar de las críticas, la madre defendió su accionar y justificó: “No quiero convertirme en la madre de Baltimore”, en alusión a la mujer que en los últimos días apareció en los medios retando y sacando a su hijo del medio de los incidentes en esa ciudad.
Según Hill, luego del susto, su hijo prometió portarse bien y cambiar sus actitudes.