**Habitantes de la región ya se preparan para el meteoro que los impactará en horas**

La intensidad del huracán Florence ha sido rebajada a categoría dos, en su camino hacia la costa este de Estados Unidos, pero las autoridades continúan advirtiendo de un “desastre por venir”.

Los vientos pueden haber reducido su velocidad a 175 km/h, sin embargo, la lentitud con la que se desplaza la tormenta podría significar que se quede merodeando durante días, provocando inundaciones catastróficas.

El tamaño del huracán Florence es “asombroso […] Podría cubrir varios estados fácilmente con solo las nubes. Esto no es solo un evento costero”.

Esa fue la advertencia que lanzó Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos, sobre el huracán Florence, que ahora se espera toque tierra este jueves un poco más al sur de lo pronosticado, sobre la frontera entre Carolina del Norte y del Sur.

Georgia se ha añadido a la lista de estados en declarar emergencia, junto con las Carolinas, Virginia, Maryland y Washington DC, capital de EE.UU.

Pero la reevaluación del huracán y su trayectoria no descartan el poder destructivo de Florence.

Su intensidad, su tendencia a estancarse y la gran población que podría afectar, hacen que el poder destructivo del huracán Florence sea un gran motivo de preocupación para las autoridades estadounidenses.

“Esta tormenta es un monstruo”, afirmó el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. “Es enorme y violenta”.

“No se ha visto nada como lo que nos viene en 25 o 30 años, tal vez nunca. Es tremendamente grande y tremendamente húmeda. Grandes cantidades de agua”, dijo por su parte el presidente Trump en el Despacho Oval tras reunirse con las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y de la agencia de gestión de emergencias FEMA.

El presidente Trump canceló actos de campaña que tenía previstos para el jueves y el viernes con motivo de las elecciones legislativas que se celebrarán en noviembre.
Más de un millón y medio de personas han recibido órdenes de evacuar sus viviendas en las costas de Virginia, Carolina del Norte y del Sur, a medida que se aproxima Florence.

Sin embargo, la amenaza también llega al interior, donde el riesgo de inundaciones se extenderá hasta la próxima semana en algunas zonas de Tennessee, Georgia, Virginia Occidental, Ohio, Pensilvania, Maryland y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital, Washington.

Agencias.