Integrantes del colectivo de Semillas Much’ Kanan I’inaj, integrado por indígenas, campesinos, apicultores y ejidatarios del pueblo maya del poniente de Bacalar, interpusieron un amparo en contra del permiso otorgado por la Sagarpa a la empresa Monsanto para sembrar soya transgénica comercial.

A través de un comunicado, señalaron que dicho permiso se emitió sin respetar el carácter vinculante que, según la ley, deben tener los dictámenes de bioseguridad de la Conabio y la Conanp, instancias gubernamentales que recomendaron no autorizar la siembra comercial de soya transgénica debido a los riesgos que representa para el medio ambiente y la salud humana.

Don Juan Yeh, representante del Colectivo de Semillas Much’ Kanan I’ínaj, dijo que el Colectivo ve en este proyecto un grave peligro, ya que ese sistema de producción a gran escala junto con la gran cantidad del agroquímico Glifosato asociado a la siembra de soya transgénica, pone en riesgo su derecho a la salud, a gozar de un medio ambiente sano, así como sus medios tradicionales de vida e incluso su subsistencia.

“Con este hecho, no sólo se afectará a la generación presente, sino a las generaciones futuras condenando al pueblo maya, a la desaparición”, precisó.

José Manuel Jesús Puc, integrante también del Colectivo Much’ Kanan I’ínaj, narró el largo camino de organización de los pueblos desde que se enteraron del permiso otorgado a Monsanto.

“Desde entonces hasta ahora, han habido varios momentos en los cuales el pueblo maya ha dicho “no a los transgénicos”. En 2012 se presentó públicamente la propuesta para impulsar que Bacalar fuese declarado Zona Libre de Transgénicos, la cual fue firmada por 32 comunidades indígenas”, subrayó.

Recordó que en 2013 se denunció ante el Tribunal Permanente de los Pueblos las políticas de exterminio contra el pueblo maya que fomentan el despojo de los territorios con proyectos como el de la soya transgénica.

Por su parte, Feliciano Ucán Poot, representante del Colectivo Apícola de los Chenes en Campeche y demandante en uno de los amparos que se ganaron en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con respecto al mismo permiso, declara que la articulación peninsular del movimiento es muy importante ya que, a pesar de que el pueblo maya quedó dividido geográficamente por las fronteras territoriales impuestas por lasdelimitaciones de los Estados, el pueblo maya es uno solo y su territorio abarca toda la Península.

Respecto a la sentencia emitida por el Juez Sexto de Distrito, el abogado de los quejosos y asesor de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, Raymundo Espinoza, señaló que en la sentencia se reconoce la violación del derecho de los pueblos y comunidades indígenas a ser consultados.

Por lo anterior, los quejosos impugnaron la imposición de la consulta contenida en la sentencia con el objetivo que el tribunal colegiado reconsidere la anulación del permiso, verdadero propósito de la demanda de amparo.

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