Alejandro Jiménez Sánchez, un estudiante mexicano que estuvo en el Reino Unido con una beca del Conacyt, fue reconocido con el premio de mejor tesis doctoral del año por el Instituto de Investigación sobre el Cáncer de Cambridge.

Dicha tesis expone cómo el sistema inmunológico sí es capaz de reconocer la amenaza que representan las células de un tumor canceroso y así combatirlas. La investigación del becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología arroja nueva luz sobre la inmunoterapia.

La inmunoterapia es una forma relativamente nueva de tratar el cáncer; este método busca activar el sistema inmune de un paciente, para que su propio organismo sea capaz de frenar el avance destructivo de la enfermedad.

La investigación de Jiménez Sánchez inició cuando una paciente con cáncer de ovario, ya en estado avanzado, se sometió a una terapia para aliviar el dolor tras tres años de quimioterapia sin éxito.

Los médicos siguieron el desarrollo de las cuatro metastasis de la paciente en el hígado, el bazo, la vagina y la parte superior derecha del abdomen. Después de dos años, los médicos descubrieron que los tumores del bazo y la vagina habían crecido, pero los del hígado y del abdomen habían disminuido, ya sin el tratamiento de quimio.

Los tumores fueron extirpados, secuenciaron el genoma de cada uno y enviaron los datos a Cambridge, donde Jiménez Sánchez estaba estudiando su doctorado. Junto con Alexandra Snyder desde Nueva York, el estudiante mexicano encontró indicios del sistema inmunológico reconociendo como una amenaza los tumores que tenía en el hígado y en el abdomen.

Al analizar la información genética y molecular de las muestras del tumor original y de sus cuatro metástasis, Jiménez Sánchez descubrió que la causa de la reducción de dos de los cuatro tumores era el propio sistema de defensas de la paciente, pero solo en estas partes del organismo.

Esto es sumamente extraño ya que las células inmunológicas no reconocen los tumores cancerosos como agentes malignos, pues los tumores están formados por células del propio cuerpo que han sufrido una mutación; pero también indica que cada región del cuerpo, al contar con su propio microambiente inmunológico, reacciona de manera distinta a un tratamiento determinado.

Este es un ejemplo muy claro de lo difícil que es decidir si se le da o no terapia a un paciente, o decidir qué terapia se le da. Nos muestra lo mucho que tenemos que continuar investigando para llegar a ese punto.

El joven investigador presentó su tesis con éxito. Su trabajo ha sido portada de la revista Cell y ha servido como fuentes para otros estudios. En la actualidad, Alejandro Jiménez se encuentra en una estancia en Israel, colaborando en dos proyectos para el Weizmann Institute of Science.

Agencias.