Se olvidan de todo gracias a la música

Style!, Lunes 20 abril, 2015 a las 3:40 pm

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AMÉRICA GARCÍA MÉNDEZ
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Víctor Ulises Chan Ucán tiene apenas 13 años de edad y lejos de anhelar una computadora o un Xbox, su mayor deseo es poseer un instrumento musical. Para él “no existen” el 30 de abril, ni las tres comidas diarias en los 365 días del año, sino la extenuante preocupación  de cuidar a tres hermanitos más pequeños y un futuro incierto. Sin embargo, diario se apresura para estar puntual a las 6 de la tarde en La Casa de la Cultura, para sus clases de música. Tocando el clarinete, dice, olvida sus preocupaciones. De ahí que lo domina muy bien y es promedio 8 en la secundaria.

La misma calificación tiene Josías Ek Tun pero a diferencia de Víctor, papá y mamá están con él en lo que emprende su camino en el aprendizaje de la música, pues lo suyo es la batería y percusiones, pero solo hay un pequeño obstáculo para que cumpla su sueño: el niño de apenas 10 años tiene un absceso cerca del ojo y necesita ser operado, por lo que  sus padres y él se esmeran en reunir peso por peso para la intervención quirúrgica y así logre cumplir su deseo.

Josías es hermano de Aury, quien forma parte del Padrón Oficial de Niños del Gobierno del Estado de Campeche, debido a sus virtudes musicales. Ellos, al igual que otros 77 niños, forman parte de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil Garganta del Sol Calkiní. La mayoría de ellos son de escasos recursos y algunos han tenido que enfrentar problemas de salud, drogadicción, violencia doméstica y
marginación.

No obstante, como en una guerra contra el sufrimiento, los niños y jóvenes estudian y dominan piezas de Tchaikovsky, Mozart, Beethoveen, temas locales y hasta un repertorio de la música universal para niños de Hana Barbera, Disney y otros.

Toman hasta dos horas de ensayo diarias para ofrecer bellos instantes en la música, conquistando con ello al público calkiniense, a donde quiera que vayan.

Varios de estos pequeños que luchan contra  todo tipo de problemas,  compartirán escenario  este 26 de abril con la Banda de Música del Gobierno del Estado para celebrar a los niños en el atrio de la catedral, a las 7 de la noche.

La Orquesta Garganta del Sol Calkiní opera a través del programa Música en Armonía, Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) cuyo objetivo es hacer mejores ciudadanos a través de la música.  Así mismo, impactar en la detección de capacidades musicales, otros talentos pedagógicos relativos a este tema, es decir, donde niños enseñan música a otros, y detectar a los reparadores de instrumentos.

“Una vez que se detecta a un niño con estas cualidades específicas se abre un expediente en Conaculta y se da seguimiento por medio de una beca del instrumento que toca, para después formar parte de la orquesta escuela Carlos Chávez, en el Distrito Federal”, explica el director de la agrupación calkiniense,  Pedro Santoyo Durán.

Uno de los anhelos más grandes, dice, es hacer que la comunidad de Calkiní “abrace” a su orquesta.

Mientras tanto, la agrupación de 80 niños afronta retos cotidianos como trabajar en el calor, en instalaciones austeras no climatizadas, o el simple hecho de asistir a clases con el estómago vacío,  afrontar los problemas de casa, y de la escuela.

Sin embargo, la música ha sido un parteaguas para tocar las fibras más sensibles de nuestra sociedad y para el rescate de valores y del tejido social que muchas veces lastimamos demasiado. De ahí que las instituciones y público en general escuche el clamor de paz y alegría de esta orquesta, más allá de los oídos físicos.

Víctor Ulises, Josías, Aury, y muchos otros ahora  tienen un mismo objetivo: sonar a ritmo de instrumento de aliento, algunos, con trombones, oboes, flautas, clarines para ser esa gran garganta dorada que eleva  su voz al sol.