Desmitifican. Los problemas en los jóvenes de madres cocainómanas probalemente no se deban a la cocaína en sí

Associated Press

CHICAGO (AP) — Investigaciones realizadas entre adolescentes presentan nuevas pruebas de que la ola de preocupación surgida en la década de 1980 sobre el nacimiento de bebés adictos a la cocaína fue exagerada, y se han encontrado pocas pruebas de efectos negativos a largo plazo en hijos nacidos de mujeres que consumieron cocaína durante el embarazo.

Algunos estudios han vinculado el consumo de cocaína por parte de mujeres embarazadas con problemas de comportamiento, de atención, ansiedad y bajo rendimiento académico en sus hijos. Pero esos efectos fueron en su mayoría de menor grado y pueden haber resultado de oros factores, como problemas familiares o violencia, el hecho que los padres hayan seguido usando drogas o sean pobres, dijeron los investigadores.

La investigación pasó revista a 27 estudios que abarcaron más de 5.000 adolescentes de entre 11 y 17 años cuyas madres habían consumido cocaína mientras estaban embarazadas. Los estudios fueron en lo fundamental sobre familias de bajos ingresos, de raza negra y residentes en ciudades.

La revisión, liderada por Maureen Black, investigadora pediátrica de la Universidad de Maryland, fue publicada el lunes en la página de internet de la revista especializada Pediatrics.

El uso extendido de crack, variedad sólida de la cocaína, en la década de 1980 llevó a una preocupación por los bebés nacidos de madres cocainómanas, que en ocasiones presentaban síntomas preocupantes como nerviosismo y cabezas de menor tamaño. Varios estudios realizados en ese momento culparon al consumo prenatal de drogas, indicaron que los niños afectados tenían daños cerebrales irreversibles y les pronosticaron un mal futuro. Estos informes llevaron a su vez a una amplia cobertura de los medios de comunicación con titulares exagerados e imágenes fuertes de recién nacidos enfermos conectados a máquinas en los hospitales.

“El campo de estudio de exposición prenatal al uso de drogas ha avanzado mucho desde la gran preocupación de la década de 1980”, expresaron los autores del estudio.

En años recientes los expertos han descontado en lo fundamental cualquier vínculo, señalando que esos bebés con frecuencia nacieron prematuramente, lo que pudiera explicar muchos de sus síntomas. Otros estudios que les han seguido la pista a esos niños más allá de la infancia no han detectado ninguna consecuencia severa.

En algunos estudios incluidos en la nueva revisión, los adolescentes que quedaron expuestos a la cocaína antes de nacer tuvieron índices más bajos que otros niños en pruebas de desarrollo, pero estaban dentro de los límites normales. Muchos estudios concluyeron que los problemas familiares y de violencia de los niños en cuestión tenían una relación directa con el rendimiento de esas personas, sin importar si sus madres habían consumido cocaína durante el embarazo, dijeron los investigadores.

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, una entidad federal, señala que es muy difícil evaluar en qué medida el consumo de drogas durante el embarazo afecta el desarrollo de los hijos porque hay muchos factores que influyen, como los cuidados prenatales, la salud de la madre y el entorno familiar.