REACOMODOS. En la mesa en la que se sentó a compartir el gobernador, Fernando Ortega Bernés, en la posada de los diputados locales de diciembre pasado, lo había dejado claro: 2014 será un año en el que debemos hacer correcciones, cambios substanciales en las formas en las que opera el Gobierno del Estado y reajustes necesarios, solo así podremos hacer todo lo que queremos. Con estas palabras es evidente que si alguien está consciente de que se debe aumentar el ritmo es el propio Ejecutivo estatal.
Algunos al interior de la estructura de gobierno prefieren dar ya el carpetazo al sexenio, y que comience la desgarradora lucha política por la sucesión, pero aún quedan muchos meses de trabajo. No hay tiempo para desperdiciar, y más valdría que se concentren en su trabajo en lugar de estar buscando cómo se eslabonan en el sexenio que viene. Lo primero que debe considerar Ortega Bernés es descifrar con quiénes cuenta para llevar a puerto los proyectos que restan, y no admitir distracciones en ningún nivel de dirección que dejen al Ejecutivo actual en un limbo de inconsistencias y torpezas. Las precampañas están previstas para los políticos, los militantes, la sociedad civil, no para los funcionarios.
Si la abultada burocracia que se ha creado en los últimos 30 años ha provocado que gran parte del presupuesto estatal se destine a gasto corriente, sería un doble golpe al estado que encima los que cobran dediquen su tiempo en hacer política barata y no en hacer funcionar los programas de gobierno en beneficio de los ciudadanos.
Desde el gobierno de Pablo García y Montilla (1858-1862) hasta Rafael Rodríguez Barrera (1973-1979) el Gobierno del Estado operó con tres secretarías y una docena de direcciones. Con el gobierno de Eugenio Echeverría (1979-1985), las secretarías del Gabinete aumentaron a nueve y más tarde con Jorge Salomón Azar García (1991-1997) crecieron a 17. Empezó así la especialización de la administración pública, las subsecretarías, direcciones y organismos. Hoy ya se acumulan 18 secretarías y sus megaestructuras y más de 100 entes públicos con gruesas nóminas que son tan ineficientes como obsoletas.
Noé empezó a construir su barca con cientos de hombres, más tarde entendió que el trabajo de muchos era trabajo de nadie, decidió entonces disciplinar y organizar las fuerzas, porque supo a tiempo que sin corregir el camino todavía ni siquiera estaría puesta la quilla.
Ahora que se encamina a la recta final de su sexenio, Fernando le toca construir su arca, y decidir con quiénes realizará este viaje de 21 meses.
EL SANTINAZO. La convocatoria inicialmente era una comida de inicio de año para el equipo de trabajo del senador campechano, para sus amigos más cercanos, ex compañeros de estudios y algunos amigos con los que se cruzó el camino. Prevista desde diciembre pasado, se convocó cuatro días antes. Y lo que sería una sencilla reunión terminó en un evento de más de dos mil comensales. Botanas, productos locales y tacos de lechón fueron degustados bajo una enorme carpa blanca en los terrenos de Imí II, propiedad del delegado de Profeco, Ramón Santini.
Algunos invitados comenzaron a llegar desde las 11 de la mañana, el legislador llegó acompañado de su esposa al mediodía, saludó mesa por mesa, uno por uno: “Quiero que me ayuden a tocar puertas”, no dijo para qué, pero tampoco hacía falta. Sin mencionar a qué quiere llegar dijo: “Quiero trabajar por Campeche”, pero todos saben que no solo lo quiere hacer desde el Senado. ¿Fue un evento de precampaña? Sí. ¿Está prohibido? No. ¿Lo hizo sin consultarlo? Difícilmente. ¿Sorprendió? Sí. Sorprendió porque se descartaban dos cosas: 1-Que se atreviera y 2-Que tuviera semejante poder de convocatoria.
Las reacciones en otros cuarteles de precampaña no tardaron en aparecer. Algunas fotografías filtradas encendieron algunas alarmas y comentarios en el BlackBerry. “¿Este es el banderazo de salida?”; “Sí él pudo, nosotros también podremos”; “Nos están provocando”; “Que nadie diga después que nosotros empezamos”. El Informe legislativo priista del 19 de diciembre pasado dejó preguntas, 22 días después, y a 4 kilómetros del Centro de Convenciones estuvo la respuesta.
CAMPECHETRAVEL. Francia es el primer destino turístico del mundo, recibe 86 millones de turistas al año, pero este sector solo representa el 6 % del Producto Interno Bruto del país. Es la principal potencia agrícola de Europa, la quinta economía mundial, su industria es la segunda de Europa y la cuarta del mundo. México ocupa el décimo lugar mundial como destino, con 23 millones de visitantes al año, el turismo aporta el 8 % al PIB nacional. Quintana Roo con 85 mil 905 habitaciones y 905 hoteles, y 18 millones de turistas al año, ocupa el lugar 22 de 32 en la lista de aportación al PIB nacional.
Si la economía en Francia, el país más visitado del mundo, no depende del turismo, si el Turismo en México aporta solo el 8% del Producto Interno Bruto y Quintana Roo con 18 millones de visitantes aparece hasta el lugar 22 en la aportación por entidades al PIB, ¿Quién puede pensar que el Turismo es la salvación de la economía? Ni a Campeche, ni a California, ni a toda Francia le alcanza para vivir del turismo, decir lo contrario es un espejismo, es demagogia, es una ilusión que se desvanece frente a las cifras.
La economía campechana dependerá en el futuro de lo que se haga en la extracción de recursos naturales, en sus puertos y en el campo, dejemos de perder tiempo y miremos con atención lo que es realmente
importante.
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gabriel torres
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Daniel
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Vladimir de la Torre
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amador
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Vladimir de la Torre
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gabriel torres
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Ricardo Rodríguez Dives
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Vladimir de la Torre
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Ricardo Rodríguez Dives
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amador
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Ricardo Rodríguez Dives
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gaby
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Vladimir de la Torre
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gaby
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gaby
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Alicia
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Vladimir de la Torre
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jc
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Vladimir de la Torre
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