EL INFORME. La agenda estaba cargada, repleta. Los organizadores del informe habían pedido a la oficina particular que cancelaran algunos eventos previos. No se pudo, el gobernador, Fernando Ortega, no quería, y no insistieron más. Tendría en la noche del 6 una cena con diputados y miembros de su gabinete que finalmente sí fue cancelada.
Era un nuevo formato para el Informe. Pensado para la televisión, todos los medios locales y dos medios nacionales de tv abierta, era un riesgo. Sería un mensaje interactivo, Ortega no quería ensayar. Ante lo inédito del formato se acordó un ensayo general que empezó a las 6 pm el día antes. Desde la oficina de Gobierno, su titular, Roberto Sarmiento atendía la protesta de los campesinos y ultimaba detalles de la logística del Informe. La orden estaba dada. “No quiero dar cifras que aburran, mejor nos concentramos en comparativos y parámetros del gobierno federal y ONG´s, sobre los principales rubros. Miguel Ángel Sulub coordinaba la llegada de grupos solidarios de los 11 municipios y Juan Fernando Estrada coordinaba el protocolo en el Centro de Convenciones.
Se hizo el ensayo, dos veces, Ortega llamó al equipo del titular de Comunicación, para realizar cambios. Sería difícil contando que tendría de apoyo videos adicionales que se transmitirían durante su intervención. Se concentraron solo en uno, insertar un audio del presidente hablando sobre Calakmul. Después de la larga madrugada, a las 7 de la mañana del mismo día 7 terminaron de dejar todo listo.
Estaban confirmados 10 gobernadores, encargados a Relaciones Públicas y a la oficina particular, llegaron, se habían reservado habitaciones de hotel que finalmente no usaron. Fueron esperados en al hangar del gobierno. Guayaberas, artesanías, productos campechanos y unas neveras de camarón fueron los regalos.
El vuelo que trasladaba a la Secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massie, recibió tarde el permiso para despegar en el Distrito Federal, con media hora de retraso llegó a las 10:54 am a Campeche.
Empezó el V Informe del gobernador que actualmente lleva más años, meses y días gobernando una entidad en el país. Fue cauteloso, mesurado, hizo un informe conclusivo y comparativo con décadas anteriores sin marcar administraciones que precedieron para cuidar sensibilidades: La entidad más segura del país, que hoy hay tres veces más infraestructura que en 90´s, que somos el tercer estado que más ha disminuido la pobreza respecto a la del 2010 del país a través de los programas de Sedesore. Anunció que la deuda es de mil 201 millones de pesos y recalcó que toda se ha invertido en infraestructura. Que han creado más de 8 mil nuevos empleos en promedio por año, que se invirtió en 100 obras deportivas en los últimos cinco años, y que hay opciones educativas de nivel superior en todos los municipios.
No hubo un discurso político, es el primero en no hacerlo en un año preelectoral, cuidó cada palabra y las concentró en un mensaje para levantar la autoestima de sus gobernados. En términos económicos hizo una referencia personal: “Encabezo un gobierno de transición para Campeche”.
Su mensaje político tenía más fuerza al interior de su partido, y lo reservó para el Consejo Político de su partido. ¿Fue el mejor formato de sus informes y el mejor aterrizado? Sí, por mucho.
Todos los invitados se regresaron al aeropuerto, le ofrecieron bocadillos y aguas frescas en un servicio montado en el hangar por las empresas “Xquisit Eventos”, del Hotel del Mar y la empresa de Ada Solís. Los gobernadores de Colima y Coahuila se quedaron a comer en dos restaurantes de la ciudad. Fernando Ortega comió exclusivamente con su familia en un servicio montado en el Bar “Calle 59”. “Mi familia, Adriana y mis hijos no están obsesionados con el poder, saben que esta responsabilidad tiene plazo, y han sabido lidiar con eso sin obsesiones, y eso se los voy a agradecer siempre”, dijo Ortega alguna vez. Le falta el último VI Informe, al que llegará acompañado del gobernador electo.
FOTOS Y COMIDAS. Las dos filas destinadas “a los entusiastas” diputados locales fueron las que iniciaron las sesiones de fotos que se han hecho virales en medios de comunicación, redes sociales y mesas de café. Los diputados, hasta parado sobre las sillas, respondieron al criterio de “hay que salir en la foto” ellos empezaron y terminaron la fiesta. En una fotografía aparecen el gobernador, su esposa, los panistas Yolanda Valladares, Jorge Luis Lavalle, Claudia Ruiz Massieu, Roberto Sarmiento y una docena de diputados locales. ¿El motivo? Cuando el gobernador llegó al área de los diputados, Claudia vio a Valladares, le impresionó verla después de tantos años y se fundieron en un abrazo. Ante tanta camaradería los diputados exclamaron el clásico “foto, foto”.
Yolanda y la titular de Turismo se conocieron desde que ambas eran secretarias de la comisión de Gobernación en el Congreso Federal (2003-2006). No hay otra lectura.
La foto del Restaurante “La Pigua” ha sido la fotografía que más especulaciones y reacciones ha provocado en mucho tiempo en Campeche. Era de esperarse: Aracely Escalante, Ana Martha Escalante, Jorge Luis Lavalle, Raúl Pozos, Oscar Rodríguez y Renato Sales. Todos los que aparecen en la foto quieren formar parte de la sucesión, por eso fue una foto explosiva. ¿Era un pacto secreto? No, nada secreto se puede hacer en un restaurante. ¿Se pusieron de acuerdo para comer juntos? No todos ¿Hablaron de crear un grupo? Mentira.
Renato Sales, Oscar Rodríguez y Aracely Escalante se saludaron en el Informe, amigos de siempre, y el clásico “nos vemos para comer”. La mesa estaba reservada por Oscar Rodríguez, fue el primero en llegar junto con el periodista Francisco López Vargas. Ya en La Pigua, Ana Martha Escalante estaba en su mesa con algunos colaboradores, Jorge Luis Lavalle estaba en una mesa reservada por el PAN estatal, junto a Valladares, Nelly Márquez y Juan Carlos Lavalle. Raúl Pozos estaba en un privado reunido con empresarios. Llegaron Renato y Aracely a la mesa de Oscar Rodríguez. Ana Martha se acercó a saludar, luego se acercó Pozos y finalmente Lavalle. Ocasión perfecta para tomar la foto de una convivencia momentánea que no pasó de algunos minutos de seis aspirantes a la gubernatura que tuvieron la civilidad de saludarse, convivir unos instantes y seguir cada uno en lo que estaba.
¿La foto traía mensaje? Sí, claro. No son inocentes, sabían que sería polémica, que sería contundente por los que estaban y por los que no. Por eso lo hicieron. ¿Pueden hablar entre ellos? Parece que sí. Esa fue la lectura, que a las horas alcanzó otra dimensión.
EL CONSEJO. El 28 de mayo pasado, en este espacio, en la columna “A Garrotazos” exponía que no había una fecha definida para que el candidato del PRI fuera electo y suponía: “la influencia keynesiana del actual gobierno federal como eje central y rector del país que quiere mantener el control postergará lo más posible la elección de candidatos, posiblemente no será este año, porque para mantener el control político mientras menos convivan candidatos y gobernadores al mismo tiempo mejor”. El domingo, casi tres meses después el líder nacional del PRI aseguró el hecho. “No habrá candidatos este año”.
Todo inició en una comida privada. Cesar Camacho e Ivonne Ortega llegaron en un vuelo privado pasadas las 3 de la tarde. Directamente se fueron al Centro de Convenciones. En un salón debían estar esperándolos la plana mayor del gobierno, líderes de organizaciones, los alcaldes y legisladores. Mesas en forma de herradura con lugares personalizados para una comida que sirvió el restaurante “La Pigua” en el segundo piso. No todos estaban satisfechos como fueron dispuestos los lugares y más de uno terminó cambiando su nombre de lugar. Hablaron Fernando Ortega y Cesar Camacho, ese fue el primer grupo en escuchar la necesidad de la unidad.
Ya en el evento oficial, se volvió el sentido de todos los discursos: 1-El PRI es primero. 2-La unidad del partido y sus militantes y aspirantes. 3-Respetar los tiempos previsto. 4-Apoyar la gestión de Peña Nieto y de Ortega Bernés y 5-Trabajar sin lesionar al contrario.
En el marco del protocolo del evento fueron levantadas dos cartulinas, ante el asombro de los asistentes, con la leyenda “Yo estoy con Alito”, el equipo cercano al diputado federal se deslindó del hecho.
¿A que vino Camacho? A ponerle un “stop” a los candidatos. Apenas el 28 de julio en la columna “El PRI que viene” en este espacio se adelantaba que tras el Informe y la visita de Camacho posiblemente lo que algunos verían como el arranque de las precampañas, sería todo lo contrario porque en el ánimo del gobierno federal, y del PRI lo que imperaba era una necesidad de frenarlas, de aguantarlas, y de evitar distracciones y enfrentamientos internos.
Así es el PRI de siempre, el actual presidente hizo una precampaña con años de anticipación porque estaban tratando de recuperar la presidencia, pero ya está recuperada, y ahora quieren escenarios tranquilos, controlados y con protocolos. No porque lo hizo Peña, los demás tendrán derecho de hacerlo, así no funciona, es extraño que sabiéndolo aun así los aspirantes lo pasen
por alto.
Al menos en dos bunker donde se discuten estrategias, estan todos llamados en pleno para analizar lo que sigue, en sendas reuniones convocadas para este lunes. Y hacen bien.
REPERTORIO.
-“Lo acompaño solamente hasta el primer descanso” fue lo que dijo el Gobernador al Presidente antes de subir la pirámide en Calakmul.
-Sus colaboradores le informaron ya al Presidente que la ampliación de la carretera de acceso a las pirámides no será posible porque implicaría talar parte de los árboles pero que sí mejorarían el acceso ya existente.
-Solo dos delegados federales llegaron a la comida con Camacho e Ivonne. El ex gobernador, Antonio González parece estar mejor, ahora sí llegó a la comida.
-Los diputados locales por Campeche dejaron en claro cuáles eran sus preferencias, con revisar sus redes sociales queda claro que ya eligieron precandidato.
Golpe de Timón
