Jorge Luis Lavalle Azar
Columna Invitada
Jorge Luis Lavalle Azar
Ha sido director general del Nacional Monte de Piedad; de Auditoría Gubernamental de Secogef; y de Programación, Organización y Presupuesto de la SHCP; delegado regional del Infonavit, presidente del Congreso del Estado de Campeche, coordinador general de Asesores; secretario de Desarrollo Social y de Desarrollo Económico, así como consejero en bancos diversos
@jorgellavalle

¿Elecciones limpias?

Voces, Lunes 10 noviembre, 2014 a las 5:28 pm

A cualquier campechano que le pregunten ¿como desearía el proceso electoral? contestará que espera elecciones limpias, apegadas a la legalidad y con respeto absoluto a la voluntad popular.

Sin embargo, hay personajes en la vida política que, aún cuando lo dicen, hacen lo contrario, lo único que les interesa es ganar y no les importa cuánto se ensucie la elección, que participe personal pagado por las nóminas del gobierno, que se exceda por decenas de millones los topes de campaña, que se rellenen ánforas, que se compren votos, que se “secuestren casillas”, que se corrompa a funcionarios electorales y todas las demás que usted conozca o halla escuchado, prefieren ganar con trampas y deshonor a aceptar una derrota con honorabilidad y respeto.

Ahora con los nuevos órganos electorales, los partidos exigen a los Consejeros ¡No vender la elección!, con lo que reconocen que se ha hecho en el pasado. Funcionarios responsables del Presupuesto aseguran ¡Se pondrán candados a los recursos públicos! con lo que aceptan que antes no los hubo.

Los ciudadanos lo que queremos es confiar en los Órganos Electorales, saber que están haciendo su trabajo con  IMPARCIALIDAD, APEGADOS A LA LEY  y que actuarán con JUSTICIA, EQUIDAD Y AGILIDAD cuando “alguien” trate de anular la voluntad popular.

Empecemos por hacer unos análisis de asuntos que requieren pronta solución:

1.-PADRÓN  ELECTORTAL.- Según la información publicada, el padrón de 2014 en Campeche es de 612,272 ciudadanos, esto significa que requiere una URGENTE DEPURACIÓN. Basta con revisar los números, según cifras de INEGI, actualizadas a 2014, si a la población total del Estado le restamos los menores de 18 años tendríamos 577, 000 ciudadanos en edad de votar, la diferencia es superior a 35 mil ciudadanos de más en el padrón electoral…podrá aducirse que los datos no son comparables porque el método de captación de la información es diferente, sin embargo el margen debe ser mínimo. Si además consideramos que la cobertura de ciudadanos empadronados es de 96.3%, la cifra casi se duplica.

¿Cómo confiar en un padrón donde pueden votar, cuando menos 35 mil ciudadanos que en la lógica matemática no existen?.

Podría ser por:

a) “Turismo Electoral” (registrados de estados vecinos para controlar la elección); b)Credenciales duplicadas o personas fallecidas no dadas de baja (que debe depurarse para evitas suspicacias);

c)Posibles “cachirulos” para pasar por encima de la voluntad popular( que puede solucionarse);

d) Alguna otra explicación que no se ha dado.

Para generar confianza en el padrón será importante realizar una auditoría a través de despachos externos, coordinada por el INE, supervisada por un grupo de ciudadanos honorables (que participen sin remuneración alguna) y se den a conocer públicamente los resultados, ajustes, inconsistencias, acciones correctivas y mecanismos de control para generar la confianza que se necesita.

2.- GASTOS DE CAMPAÑA.- Si se mantiene la tónica de las elecciones anteriores, los gastos de campaña para gobernador de Campeche estarán sobre 9 millones de pesos; de diputados locales sobre 300 mil pesos y de presidentes municipales, según el tamaño del municipio, ninguno excederá los 2 millones de pesos.

Un comentario común en los círculos políticos es que ganará el que más dinero gaste en la campaña, algunos hablan de cifras de 300 (o mas) millones de pesos. No se puede ocultar, ni negar que en elecciones anteriores se han violado flagrantemente los topes de campaña…y nada pasó. La compra de votos y de conciencias  la conocen los que reciben el dinero, los que lo reparten, los que aportan y todos los que de alguna forma conocen esta “danza de los millones”.

Tener procedimientos claros, castigos ejemplares y participación de los ciudadanos para evitar cualquier posible corrupción electoral, será elemento indispensable en esta contienda.

3.-USO DE RECURSOS PÚBLICOS.-Aquí, además de personas, se trata de materiales de oficina, vehículos, gasolina, programas sociales, medios de comunicación, etc., dinero “colado” a través de obras , adquisiciones o el pago directo de facturas y gastos.

El Órgano Fiscalizador de la elección debe tener facultades suficientes para obtener nóminas, facturas de compras, contratos, convenios o cualquier acción sobre el presupuesto federal, estatal o municipal que se tenga la sospecha se este utilizando en las campañas… e informar de los resultados cuando sea por denuncia formal  legalmente sustentada.

El castigo por el uso de recursos públicos debe ser mas severo que la simple inhabilitación del funcionario o burócrata responsable y la responsabilidad del candidato que “acepta “ la ilegalidad debe tener consecuencias.

4.-VIGILANCIA EN CASILLAS.- Independiente de la función de vigilancia de los partidos políticos, que en ocasiones deja mucho que desear, la responsabilidad de los presidentes e integrantes de las casillas debe ser ajustada a un método que no permita la dádiva fácil para que no asistan a su casilla el día de la elección  y cambiar el procedimiento de utilizar de “los primeros de la cola”, previamente acordados y pagados por algún partido político para atreverse a todo lo que no es permitido.

También se debe incrementar la presencia de organizaciones civiles independientes y rechazar aquellas que crearon los propios partidos para “institucionalizar” el fraude electoral

 Resolviendo estos puntos mucho avanzará el estado y los ciudadanos en lograr elecciones confiables, democráticas, donde realmente sea la voluntad popular la que decida quienes nos gobernarán y conducirán el destino del estado y el mejor futuro que se merecen  las próximas generaciones.