¿Y qué esperan para una mejora en el transporte?

Ver un camión de transporte urbano tirado en la calle por una falla mecánica es una cosa de todos los días y hasta se ha convertido en parte de la cotidianidad. Pero verlo sin una llanta porque se le zafó mientras prestaba el servicio, eso es una omisión imperdonable que le debería de costar el puesto a varios funcionarios y servidores públicos.

Desde hace meses, tanto ciudadanos como medios informativos han venido denunciando la falta de resultados en el Instituto Estatal de Transporte (IET), que ahora vuelve a destacar por fallas en el programa de verificación, lo que pone en riesgo la integridad de los usuarios.

¿Acaso esperan otra tragedia para actuar? ¿De verdad hay necesidad de que alguien muera o salva severamente ledionado para que un funcionario actúe, para que sus jefes les llamen la atención o lo corran de sus cargos? Permitir una serie de irregularidades y que estas lleguen al punto de que a un micro en marcha se le salga una rueda, sólo es evidencia de corrupción, de impunidad, de que a muchos les vale la ley, de que algunas autoridades están de adorno.

El camión que ayer perdió un enumático, cunaod llevaba varios pasajeros a bordo, es de la empresa que se ha llevado la mayor cantidad de casos de negligencia, la que es más multada, la que protagoniza más choques, según las autoridades de Vialidad. ¿Por qué entonces el IET no ha procedido para una sanción más dura que la meta en orden?

Es decir, hace más de seis meses, a los ciudadanos se les prometió una mejore en el servicio, y para ello se les aplicó un aumento en el costo del pasaje. Hoy, no sólo no ha habido cambios, las cosas se ponen peor día con día.

¡Aguas! Una tragedia o un accidente de lamentables consecuencias sólo sería la gota que derame el vaso. Los ciudadanos ya están cansados de un problema que sólo prometen y prometen pero que no termina de acabarse. Poner focos led a las rutas del transporte no es el cambio que necesitamos. Queremos camiones funcionales, en buen estado, limpios, cómodos.

TUMBABURROS

Pleito  (Sust. común).  Dícese de un emocionante agarrón que cuatro candidatos a una diputación van a protagonizar en los próximos meses. Así que agarre sus palomitas de maíz y su refresco de cola porque esto se va aponer más emocionante que todas las versiones de Rambo..

Chapulín (Sust. común). Nombre de un insecto saltarín que le gusta de ir de puesto en puesto, digo, de rama en rama. Llámase a unos políticos que, no vaya a creer usted que por mero interés personal, andan cambiando a cada rato de puesto pero por estar al mejor servicio de la ciudadanía…

Renuncia (Sust. común.). Mal crónico de ciertas administratciones públicas y que suele ser contagiosa. Una vez que entra en un lugar arrasa con todos, o casi todos. Virus que obliga a echar mano de ciertas personas que de otro modo seguirían en el anonimato.