Gerardo Mixcóatl Tinoco
Columna Invitada
Gerardo Mixcóatl Tinoco
@gerardomixcoatl

“Te voy a decir cómo hablaba ese cabrón…”

Voces, Viernes 22 mayo, 2015 a las 11:48 am

Empecemos por su argumento de defensa. Ciertamente, tiene toda la razón, “no puede desvincularse (me refiero a las declaraciones desafortunadas como eufemísticamente las llamó) con el hecho de que esto está filtrándose, haciéndose público en un momento en el que el instituto está ejerciendo su autonomía, tomando decisiones complejas, controvertibles, muchas han sido impugnadas, pero que forman parte de las decisiones complejas que estamos tomando de cara a 18 días de que se realice una de las jornadas electorales más complejas de la historia”. La grabación ilegal de su conversación privada es un delito y filtrarla a la opinión pública en un momento tan delicado, tiene sin duda, una intención política muy clara. Aunque para ser francos, me sorprende que le sorprenda. Bien por iniciar una investigación para determinar a quien o quienes resulten responsables. Satisfecho lo anterior, veamos lo que me parece más preocupante.

Debo confesar que me sorprendieron mucho los comentarios del ciudadano presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, al referirse de una forma burlona, “jocosa” (sic) pero finalmente discriminatoria, sobre la forma de expresarse de uno de sus interlocutores durante una reunión con representantes de una de las etnias de nuestro país. ¿Ha pensado cómo se sentiría usted si un ciudadano italiano o uno de sus profesores, quienes en pleno dominio de su propia lengua, le escuchara y se burlara de usted por no hablar correctamente italiano?

Me sorprende también porque supuse que un académico de su categoría habría superado el nivel del folklore discriminatorio y que se referiría a los indígenas de este país de una forma más respetuosa. También me sorprende mucho por ser hijo de quién es. Por si fuera poco, a raíz del desafortunado incidente, algunos comentaristas, en una comprensible especie de solidaridad de gremio, han salido a defender al ciudadano presidente del INE. Incluso el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) ha dicho que no podrá intervenir en este caso por la forma ilegal en que se obtuvo la grabación. De acuerdo. Pero lo que de plano me ha dejado perplejo es que el ofensor resulte ahora ser el ofendido. Me sorprende que todo se haya querido desviar hacia el hecho de que esa grabación es ilegal por haber sido obtenida y difundida de la manera en que se hizo. Tiene toda la razón. En un país que se precia de ser democrático no deben ni pueden obtenerse grabaciones de conversaciones privadas de cualquier persona si no media una orden judicial. No hay confusión alguna. Lo que se le reprocha es que haya insultado y haya hecho burla de manera tan infantil de un representante de una etnia indígena.

Lo que demuestra Lorenzo Córdova con todo este asunto es la enorme distancia social, tan enorme como las “crónicas marcianas” a las que se refirió el ciudadano presidente del INE y que lo separan de un grupo de población de este país que está en las peores condiciones de marginación y pobreza y que sufren los peores efectos de la desigualdad y la falta de oportunidades. Su jocoso “no mames cabrón” es justamente el reflejo de esa distancia, pues para él la forma de expresarse de estos indígenas le es totalmente ajena, asombrosa y divertida porque da la impresión de que nunca ha salido del nicho de privilegio para meditar sobre las condiciones en las que viven casi 50 millones de mexicanos. El hecho de que haya sido una conversación privada no demerita en lo más mínimo que haya sido una ofensa por parte de una figura pública. Sus expresiones no son desafortunadas ni jocosas, son racistas, discriminatorias y demuestran la planetaria distancia y poca sensibilidad social que tiene con respecto a un grupo no pequeño de mexicanos, quienes le han confiado la organización y conducción de una elección.

No. Mi crítica a sus jocosos comentarios no representan un ataque de mi parte al INE, como lo dijo a bote pronto cuando señaló que lo que se trataba de hacer era desprestigiar al INE. No. Si usted nos invita a creer que existe una identidad entre la Institución y usted como individuo, entonces todos sus pronunciamientos serían los de la institución. Por favor, dígame que no es así.

Tiene razón Mauricio Merino cuando señala que debemos ser cuidadosos con los juicios que hagamos sobre este asunto pues podríamos terminar disparándonos nuestros propios pies. Es tristemente cierto. Los mexicanos sufrimos y reproducimos el racismo. Nuestras bromas reflejan lo que yace en el subconsciente. Sin embargo, entre usted ciudadano presidente del INE y muchos millones de mexicanos hay una enorme diferencia. ¿Qué pasa si cualquier otro ciudadano se expresara de la forma en que usted lo hizo? Creo que muy poco, todo quedaría en una demostración más de falta de cultura, empatía y solidaridad social para con miles de connacionales. Pero si lo dice el Presidente del INE asume otra connotación.