Los partidos, en todo el país y Campeche no es excepción, están metidos en la definición de quiénes serán sus candidatos locales mientras los nacionales se llevará aún más tiempo y muchos detalles se definirán luego de los comicios del Estado de México.
En Campeche no puede uno dejar de ver que los actores políticos están trabajando para dar resultados y que sean éstos los que le den opciones a quien se encargará de elegirlos para lograr triunfos electorales.
¿Quiénes serían? No se sabe con precisión, pero sus posiciones actuales denotan el interés de proyección de varios de los colaboradores del actual gobierno. Quizá nadie ni del primer círculo sepa aún cómo se haría la selección: si por encuesta, si por conocimiento, si por afecto… en fin.
Los comicios de 2018 pasarán, necesariamente, como una aduana para el gobierno local y definirán muchas de las acciones a tomar precisamente por lo que se gane aquí, pero también por quien llegue a la presidencia.
En lo local, no se ve alguna fortaleza real en la oposición. En el PAN, la segunda fuerza política de la entidad, las cosas no son lo que parecen. Aunque el liderazgo de Yolanda Valladares es real, el partido no tiene contundencia, se ve aletargado, como si las cosas se hicieran para estar no para convencer y menos para motivar.
Los panistas campechanos además, a ratos, parecieran pelearse por estar más cerca del gobierno que del partido. Ileana Herrera Pérez hasta se ha tomado fotos con la camiseta del gobierno del Estado y muestra una franca rebeldía contra la dirigencia que encabeza su pariente Valladares.
No sé si no sea obvio, pero siendo Ciudad del Carmen la joya de la corona panista, la dirigencia y el partido han dejado solo a Pablo Gutiérrez Lazarus. Nadie lo apoya mientras la crisis económica de la isla, producto del saqueo de Enrique Iván González López, aunado a la crisis petrolera y la caída de los precios del crudo y el cierre de Oceanografía y otras empresas ha llevado a la perla del Golfo a una crisis de dimensiones nunca antes vista.
Los panistas parecieran darle la espalda al edil que ganó no sólo la isla, pero tampoco se ven unidos con los diputados de mayoría que lograron en esas comicios. El PAN existe de membrete porque su posición política es absolutamente indefinida y hasta pro gobierno.
El PAN y su dirigencia no tiene discurso y menos activismo a no ser el del legislador Eliseo Fernández Montufar en Campeche y el de Facundo Aguilar en la isla, al que –por cierto- a ratos parecieran querer empujar a Morena a pesar de que Aguilar ha acreditado su militancia y su labor por el panismo carmelita.
Sin ser gurú, los comicios del 2018 en Campeche no serán de un repunte para el panismo. Es como si crecer perjudicara a la dirigencia y sus apetitos de posiciones y sólo así se entiende la falta de discurso y la búsqueda de posiciones para sus cercanos.
Y como la disputa por la candidatura presidencial ya está definida en Campeche, pues no se halla algún activismo serio y menos inteligente.
En el PRI, las decisiones, como se sabe, deben esperar. Todos los posibles aspirantes están más amarrados porque todos tienen cargos públicos, pero en la dirigencia del PRI tampoco se ve un gran dinamismo y los espacios en los medios –ya no tan necesarios como en otros tiempos- lo han logrado pequeños escándalos en el municipal por la falta de experiencia en el manejo de crisis, y en el estatal es entendible porque anda movido Ernesto Castillo terminando de actualizar los comités municipales, indispensable para los comicios que vienen.
Lo cierto es que la tarea en ambos partidos no es menor. En el PAN tienen que superar esa inacción y esa pulverización que tanto les cuesta o, de plano, anunciar su alianza adelantada con el PRI.
Y en el PRI pues no la tienen fácil aunque si optan por el esquema federal de que su candidato tiene que salir del gabinete, pues más tiempo les llevará hacerlo crecer porque hoy por hoy todos los reflectores los trae el gobernador Moreno por su activa forma de hacer gobierno y política, pero él no será candidato local.
No sería un error que quienes quieran ser candidatos empiecen a considerar que los cargos ya empiezan a ser una carga y que de seguir en ellos sus aspiraciones se verán limitadas no sólo de tiempo sino también por el riesgo de cometer errores que puedan anularlos desde antes.
Los nombres que se escuchan como posibles candidatos son Jorge Chanona Lanz, Christian Castro Bello, Claudio Zetina Gómez, Jorge Manos Esparragoza, Ernesto Castillo, para una diputación federal o la alcaldía, o la ex rectora Adriana Ortiz.