Lo conocían poco al interior del partido, no estaba ni cerca, pero Eliseo Fernández decidió competir en una elección interna por una diputación federal plurinominal. Competía contra otro aspirante, el entonces alcalde Carlos Rosado Ruelas. Era diciembre del 2011. Ruelas ganó la elección a Fernández, a pesar del audio que circuló en aquella fecha “sobre la maleta de dinero”. El audio fue filtrado de manera anónima a las redes sociales, apenas unas horas después de que el presidente del PAN, Erick Chong presentó a Rosado Ruelas entre los aspirantes para contender por la diputación plurinominal. Eliseo lo sabe, sabe que muchos aseguran que el audio lo había grabado Rafael Lezama, entonces director de Espectáculos del Ayuntamiento, y se lo vendió a Fernández para bajar a Ruelas de la competencia. A pesar de esto, Ruelas tenía lo que Eliseo no, a la militancia panista. En una segunda vuelta Rosado Ruelas perdió la plurinominal federal contra Jorge Rosiñol.

Sin otro camino, logró entrar en la lista de regidores plurinominales del candidato panista a la alcaldía, Heberto Brown. La elección del 2012 la ganó Ana Martha Escalante por 35% de preferencias.

Faltaba menos de dos horas para que tomara protesta el Cabildo (2012-2015) cuando el Tribunal Electoral de Jalapa, Veracruz, validó la impugnación del Comité Directivo Municipal del PAN por una regiduría. Fernández convenció al presidente municipal, José Inurreta de impugnar la distribución de las posiciones, Inurreta accedió y Eliseo pudo tomar protesta, donde mantuvo en un perfil bajo como regidor. ¿Qué sucedió después? Poco se sabe, se rompió un acuerdo, pero Inurreta y Eliseo durante tres años estuvieron enfrentados con acusaciones mutuas. Durante ese tiempo, el regidor no buscó alianzas internas, alejado del partido, al que veía y ve, como plataforma política.

No tuvo mayores problemas para buscar la candidatura a la diputación local II distrito, convenció a Gabriel Jesús Guerra, hijo de una líder de colonia, para que lo ayudara a cambio de inscribirlo como su suplente.

Eliseo no hubiese ganado el distrito sin una fracción del PRI que apoyó su candidatura en el 2015. Si bien parte del aparato priista operó en su contra, no fue todo. Eliseo y Gabriel, su suplente, desde el 2016, tienen un enfrentamiento abierto y público. Hoy se niega a pedir licencia para que Gabriel lo supla en el Congreso.

Desde que Fernández ganó la diputación del II Distrito ha sido el centro de debates y especulaciones por sus pocas cercanías al interior del PAN, y las extensas relaciones al interior del PRI. “Yo tengo agenda propia”, dijo a pocos días de tomar protesta, tras ser cuestionados sobre dónde estaban sus afectos. Que los tenía.

En octubre del 2015 inauguró una Farmacia Comunitaria en el andador Jalisco #79 en Fidel Velázquez. Eliseo había acompañado al gobernador entrante, Alejandro Moreno, el 16 de septiembre en el arranque del programa de fumigación en el II Distrito. A la inauguración de farmacia asistió como invitado especial el entonces jefe de la oficina del gobernador, Claudio Cetina.

Claudio y Eliseo eran amigos desde que estudiaban en la Anáhuac Mayab. Compartieron casa en Mérida en Buenavista #48, en los años 90. La relación había perdurado.

Muchas veces el propio Cetina fue el enlace entre Eliseo y ambas alas del cuarto piso, donde despacha el gobernador y en la otra, donde está la oficina del Secretario de Gobierno.

Desde el Congreso Eliseo se propuso “hacer las cosas diferentes”, sustituyó la labor del Ayuntamiento, en muchas ocasiones ausente y se lo permitieron, haciendo gestión, durante tres años, donde no había llegado la autoridad municipal.

Comió con los vecinos, les alcanzó agua potable, tapó baches, se peleó con otros y avanzó. Avanzó sin construir nada al interior de su partido.

Encontró fuentes de financiamientos, de empresarios locales, de los que guardó su identidad, y presumió sus financiamientos externos, el ex diputado federal Luis Alberto Villarreal, “cerebro” de los moches en San Lázaro, y Juan Pablo Guillermo Molina, ex secretario de Finanzas y Planeación durante el gobierno de Roberto Borge en Quintana Roo, a quien la Subprocuraduría Especial de Investigaciones contra la Delincuencia Organizada (Seido), giró orden de aprehensión por lavado de dinero, y la incautación, en Cancún, de más de 18 millones de dólares en cuatro cajas fuertes de su propiedad.

Pidió que no hubiera elección interna para la candidatura a la alcaldía de Campeche, preocupado de que la militancia le diera la espalda.

Eliseo llega a la contienda con su espejo como su peor enemigo, desconfiando de todos, con una estructura debilitada a la que ordena hasta cuando puede respirar.

Subestimando a los adversarios. Enfrentando una campaña en redes que lo denigra porque todo lo que se dice no es cierto, pero mucho tampoco es mentira. Fueron sus decisiones y él empieza a ser su propia víctima. Así es la política, no debería pero así es, Eliseo también lo sabía, que sus decisiones lo alcanzarían.