J. Pablo Delgado Berman
Vigilando el mar desde un punto estratégico, el Baluarte de Nuestra Señora de la Soledad se ha convertido en uno de lo símbolos de la capital, Campeche, no sólo por su gran riqueza histórica, sino por su belleza.
Esta hermosa construcción se edifice a fines del siglo XVII, entre 1690 y 1692, principalmente para vigilar y defender la Puerta de Mar, y fue terminada en 1774, fecha en la que Campeche contaba ya con una muralla de 8 metros de altura en el lado sur, o de tierra, y de 6.50 metros en el costado que miraba al mar.
Según información del Instituto Nacional de Antropología e Historia, poco antes de finalizar la construcción de la muralla, a mediados del siglo XVIII, los piratas dejaron de atacar la ciudad, lo que hizo olvidar el carácter defensive de los baluartes y se optó por darles Nuevo uso, convirtiéndose El de la Soledad, en una bodega.
En 1937 un comité de los gobiernos federal y estatal adquirió conciencia de la importancia de los monumentos históricos existentes y realizó su rescate y
restauración. Así, en 1958 los materiales que integraban el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico de Campeche fueron retirados del Ex-Templo de San José y conformaron un Nuevo museo en el entonces recién restaurado Baluarte de la Soledad.
El año de 1975 es referente, ya que se colocaron varios monolitos mayas en una sala que fue dedicada al arqueólogo Román Piña Chán y, a mediados de 1991, los amplios arcos que soportan la rampa de acceso a la azotea del baluarte fueron aprovechados colocando en su interior otras esculturas mayas.
En abril de 1992 otro salón fue abierto al público bajo el nombre de sala Nazario
Quintana Bello. Durante mayo y junio de ese mismo año, el baluarte que alguna vez defendiera a Campeche de los ataques de corsarios continuó atesorando piezas pétreas mayas. Posteriormente, en agosto de 1992, abrió dos salas más con una exposición permanente de piezas pétreas precolombinas.
Ambos espacios fueron bautizados en memoria de otros dos estudiosos ampechanos: Santiago Pacheco Cruz y Ponciano Salazar Ortegón.
En el Museo de las Estelas se conserva una considerable colección de inscripciones provenientes de Edzná, Xcalumkín, Jaina y Calakmul.
Hoy en día el Baluarte de Nuestra Señora de la Soledad lleva el nombre de Museo de la Escultura y Arquitectura Maya y es uno de los más visitados de la ciudad.
SU ARQUITECTURA
Es el mayor de todos los baluartes, pues cuenta con una superficie de dos mil 344.18 metros cuadrados. Sus caras miden 41.50 metros y sus flancos 16.60 metros.
El Baluarte de la Soledad cuenta con una planta semi-romboidal y fue provisto de varios aposentos para albergar a los defensores de la población, así como para guardar las armas que habrían de usarse para defender a la ciudad para de los ataques piratas.
La gola de esta construcción estaba cerrada y en el siglo XX fue derribada para colocar en su lugar una reja. Se accede a la parte superior por medio de una rampa dividida en dos planos; el primero de ellos que descansa sobre una arcada y el segundo en el muro mismo; el muro que mira hacia el mar tenía la artillería o barbeta y contaba para 1766 con 13 cañones.
El baluarte fue, a su vez, parte de la sólida muralla erigida alrededor de las manzanas que conformaban el centro de la población. Por ello en los extremos oriente y poniente del baluarte existían lienzos de muralla que le comunicaban con otros dos baluartes: San Carlos al Occidente y Santiago al Este.
-COORD. ABEL EFRAÍN DURÁN REYES
EDURAN@MULTIMEDIOSCAMPECHE.COM
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