ROBIN CANUL
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Toda la familia deseaba concoer a Eden Leonardo… pero no sabrían que el pequeño nuevo miembro de la familia saldría del hospital cubierto con una sábana blanca.

Hoy, familiares y amistades de Yuridia León Suárez, la mamá de Eden, exigen justicia para ella.

Yuridia se convierte apenas en los primeros días del año en otra víctima de la negligencia médica en el Hospital de Especialidades Médicas de Campeche “Dr. Javier Buenfil Osorio”, donde varias personas han externado también los múltiples casos de violencia obstétrica.

Yuridia León Suárez y su esposo Elder Medina acudieron a urgencias del mencionado hospital la mañana del 11 de diciembre y en repetidas ocasiones durante ese mismo mes; el motivo era el avanzo estado de embarazo, que desde un principio fue diagnosticado como de alto riesgo.

Sin embargo no fue sino hasta el día 30 de diciembre que le programaron la orden de ingreso para que se le practicara un parto inducido; según indicaron los familiares que una trabajadora social constató la orden y recomendó un desayuno pesado para que se quede ingresada.

Al llegar al área de ginecología los trabajadores y trabajadores del hospital le argumentaron repetidamente que como no presentaba dolores mayores y no ingresando a ningún paciente ese día por ser feriado debía volver a casa.

Sin embargo antes de que se cumpliera el plazo que le indicaron para su regreso Yuridia dejó de sentir los movimientos de Eden, que era como se llamaría el pequeño que estaba por nacer.

Con profunda preocupación volvió al hospital, donde le indicaron que no podían hacerle un ultrasonido pues “no había doctores para realizarlo”.

Lo peor era ya  un hecho: Yuridia había perdido a su bebé por no ser atendida en tiempo y forma al vencer el plazo natural de su riesgoso embarazo.

En vela familiares y amistades buscaron explicaciones por parte de directivos y/o directivas del nosocomio, sin embargo en todos los intentos les negaron ser atendidos, por lo que, dijeron, interpondrán una demanda a quien resulte responsable de la negligencia.

El sepelio fue la tarde ayer en el panteón de santa Lucía, donde con profundo dolor e indignación despidieron a un niño que nunca vio la luz.