cadáver descompuesto IMSS

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Por segunda ocasión en la historia de la salud de Jalisco, libran orden de aprehensión contra médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco por su probable responsabilidad en la comisión del delito de homicidio culposo derivado de negligencia médica en agravio de un adolescente ocurrido en enero del 2010.

El Ministerio Público y Tribunales Penales de la Federación dictan orden de aprehensión en contra de 16 trabajadores médicos de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) de Pediatría del IMSS.

A cuatro años, por evidenciar negligencia médica en la muerte de su hijo de 15 años, el padre de familia Sergio Valente Gallardo Ramos muestra con documentos las diferentes irregularidades con que autoridades médicas, forenses y jurídicas del Estado de Jalisco incurrieron. Fue el pasado mes de mayo cuando hay una resolución a su favor.

“Ha sido un proceso muy difícil, moralmente me siento desgastado, cansado, triste, porque estoy peleando contra un monstruo que tiene todos los medios económicos para sacar adelante este asunto”.

La resolución penal, órdenes de aprehensión dijo, marca un precedente a pesar de las diferentes irregularidades jurídicas por no dictaminar en el caso: “El juez Tercero de Distrito, Arturo Garzón, nunca adjuntó las constancias de los peritajes para que mi asunto entrara a estudio, al no entrar me confirmaban la negativa de órdenes de aprehensión”.

Una vez dictada la orden de aprehensión por la Agencia del Ministerio Público y Tribunales Federales, el padre de familia espera que se liberen cuatro órdenes más en contra del director general y médico del servicio de Pediatría, José de Jesús Arriaga Dávila y Miguel León Guzmán, respectivamente y de dos personas más: Irma Carmela Rodríguez Rodríguez, jefa del área de Terapia Intensiva de la UMAE de Pediatría y Rosa Elena de la Torre Gómez, quien certificara la muerte del menor.

Ante las autoridades federales también tendrán que comparecer el nuevo delegado del IMSS, Marcelo Castillero, mencionó el médico forense de la Procuraduría Social de Jalisco, Alfredo Rodríguez García, quien en su momento hizo la necropsia final en el Servicio Médico Forense (Semefo), concluyendo que la víctima pereció por tuberculosis abdominal y que las siete cirugías realizadas en menos de dos meses ocasionaron sufrimiento.

Con experiencia de 27 años en medicina forense y criminalista, fue incisivo, en este caso: “Hay responsabilidad por negligencia, omisión e impericia”.

Aún el señor Sergio Gallardo, abogado de profesión y funcionario de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) muestra dolor por la pérdida de su hijo, advierte que continuará con el caso hasta tener una resolución final para evitar que más derechohabientes del IMSS pasen por una situación similar: “Vamos a solicitar, les retiren su licencia, su cédula y la pérdida del cargo”.

Para este caso también se abrió un expediente administrativo y fiscal, debido a que durante la hospitalización del menor de edad, personal de Salud del Seguro Social solicitó medicamentos a la familia sin que le fueran administrados.

Este caso fue denunciado a la opinión pública en agosto del 2010, EL OCCIDENTAL estuvo presente, en su momento el padre de familia narró que su hijo ingresó por un dolor abdominal en la Unidad de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS en noviembre del 2009, con un diagnóstico de crisis asmática complicada con estado post paro cardiorrespiratorio, sin embargo es trasladado al área de Infectología, pues sospechaban que podría tener influenza A (H1N1), lo cual fue descartado después.

Durante la estancia hospitalaria al menor le realizaron múltiples eventos quirúrgicos entre ellos punciones en venas y arterias, pero al colocarle un catéter subclavio le dañaron el pulmón izquierdo, y días después le volvieron a realizar la misma maniobra perforándole el pulmón derecho; con el objeto de remediar el daño causado por los médicos tratantes, le colocaron un tubo en el tórax durante varios días, es decir sello de agua para corregir el daño causado.

Los eventos quirúrgicos se realizaron en un periodo de 16 días, siete intervenciones a nivel abdominal llamadas laparotomías exploradoras, en enero del 2010 muere el adolescente, en ningún momento se realizó un diagnóstico ético médico para identificar que su malestar era por tuberculosis abdominal.