La encuesta

A principios de abril, la Casa Blanca acordó con la señora Hillary Clinton realizar una encuesta en los dos países latinoamericanos donde habín elecciones. República Dominicana y México eran los centros de atención en los que el Departamento de Estado, encargado de la política exterior de Washington, centraría su atención. El 27 de abril pasado, Gallup hizo público su resultado en Santo Domingo.

El resultado fue 50.6% para el oficialista Danilo Medina Sánchez, y el 44.6% dijo que lo haría por el candidato del Partido Revolucionario Dominicano, el agrónomo Hipólito Mejía Domínguez. Este domingo fueron las elecciones, el resultado fue 51% de Medina frente a 47% de Mejía. La misión de observadores de Estados Unidos no tardó en declarar que fue un proceso “abierto, libre y justo” que “reflejan la voluntad del pueblo”.

El caso de México fue, hasta ahora, completamente diferente. La Casa Blanca tiene el derecho, en tanto no intervenga, de conocer cuáles son las preferencias electorales en su país vecino. Los resultados de la encuesta de Gallup no se hicieron públicos en México, ni ninguna otra parte, pero “fueron” enviados a Los Pinos”. Gallup es considerada una de las empresas encuestadoras más prestigiadas del mundo, desde su creación en 1930, solo dos resultados electorales no han sido los anunciados, y desde hace 40 años realiza encuestas en todos los países donde hay elecciones.

Con ese historial su apreciación de la elección mexicana era esperada e importante. Según se filtró, los resultados de la encuesta que llegó a manos de la Presidencia es el siguiente: Enrique Peña Nieto, 34%, Andrés Manuel López Obrador 29%, y Josefina Vázquez Mota 22%.

Me tomaré el espacio para hacer 15 preguntas que considero relevantes.

1-¿Por qué no se hace pública esta encuesta?

2-¿Alguna encuestadora nacional sería capaz de desmentir a la empresa que tiene en su historial  las mediciones más exactas del mundo?

3-¿En Los Pinos no quieren reconocer públicamente que su candidata ocupa el tercer lugar?

4-¿La encuesta dominicana se hizo pública porque beneficiaba al partido en el poder y en México ubica a la panista hasta el tercer lugar?

5-¿El PRI conoce estos resultados y por esto interpuso dos quejas contra Andrés Manuel ante IFE?

6-¿Por qué un partido, con su candidato con una ventaja de 20 puntos, según encuestas nacionales, denuncia ante el IFE a quién va en tercer lugar?

7-¿El PAN conoce esta encuesta y por eso Josefina no cuenta con los recursos que hacen visible su campaña?

8-¿Debido a que la diferencia entre Peña Nieto y Obrador a finales de abril era de solo cinco puntos, los medios que pueden conocer los resultados de Gallup han emprendido un rosario de cuestionamientos a López Obrador?

9-¿Si Josefina, en una nueva estrategia de discurso, emprende ataques contra Obrador es porque conoce que va en un claro tercer lugar?

10-¿La descalificación que hace Milenio de las encuestas de “Covarrubias y Asociados” es porque es la que más se acerca a los resultados de Gallup?

11-¿Consideran que divulgar la encuesta inyectaría fuerza a la campaña de López Obrador?

12-¿Algunos creen que si Obrador empataría con Peña Nieto, gana?

13-¿El PRD conoce estos resultados y por eso le piden a Josefina que decline a favor de López Obrador?

14-¿Estos resultados  son los que informó la Casa Blanca, o son los que se quiere que trascienda?

15-El Presidente Calderón ¿prefiere a Peña Nieto o a López Obrador?

Junio será una vez más el mes más intenso de las campañas. Sabiendo que el tiempo se acaba, los candidatos y sus equipos de campaña darán todo por seguir creciendo. El puntero por mantener su ventaja, sea de “cinco” puntos o “20”, y los que le siguen por intentar disminuir la ventaja sea de “20” puntos o de “10” o de “cinco”.

La campaña de Peña Nieto ha sabido manejar las crisis. ¿Sabrá las de Obrador y Josefina salir de la crisis en las que están? Más allá de resultados pre-electorales, el 1 de julio sabremos quiénes estuvieron más cerca de la verdad. Aquí estaremos para ver quién le atinó.

EL CUENTO

Esta semana dos importantes panistas y un renombrado priista se sentaron a conversar de como ven las elecciones locales. Cada quien expuso, sin llegar a acuerdos, lo que le convenía a cada grupo, tomaron café, se levantaron y se fueron muy felices.