Editorial
Detrás de las Murallas
Barbanegra
@ExpresoCampeche

Detrás de las murallas

Voces, Domingo 8 julio, 2012 a las 3:50 pm

 

¡ Terminó! ¿No? ¿Sigue? Bueno lo que falta ahora son las impugnaciones de un proceso electoral que sí sorprendió a muchos por la planchada, perdón, arrastrada que le puso el PRI a la oposición campe­chana que nomás no sabe a quién echar culpas. Sin duda el partido más afectado es el PAN que parece haber regresado a los años 80 y 90 cuando su pre­sencia era algo más que nada en nuestro estado. Los conflictos en Palizada, Carmen y Calakmul no son más que la desesperación de un partido que en menos de un año echó abajo los avances logrados a partir del 2000 cuando ganó su primera alcaldía. La pregunta de muchos es ¿su presidente Erick Chong, seguirá hasta julio del próximo año, tal y como marcan los estatutos?

En el fiasco del PREP todos dicen que hicieron su trabajo y nadie da una respuesta convincen­te con respecto a la presunta “quema” de un equipo. La noche del domingo todo mundo fue testigo de la versión del representante de Marketin e Investigación, Rubén Paredes, quien fue el primero en hablar de la presunta quema. Después se desdijo echando la culpa al consejero presidente del IEEC, Antonio Sabido, afirmando que fue éste quien se apresuró al hablar de la falla. La realidad, según nos cuentan, fue que hubo numerosos intentos de hackeo del sistema y una voz externa ordenó bloquear las visitas externas “para no alarmar”. La pregunta es ¿acaso con los 3.6 millones de pesos que le dieron a la empresa no les alcanzó para blindar el sistema? Es pregunta con virus vene­noso y contaminante.

Hace una semana hablábamos de un opera­dor político que hace menos de un año era un ferviente simpatizante, porristo, besamanos, faná­tico e incondicional de Josefina Vázquez Mota en Campeche, defensa que le costó su cargo en el ayun­tamiento como director de Participación Ciudadana. Después, ese fervor y fanatismo se esfumó de un día para otro, apareciendo hasta con mandil tricolor en las campañas. Manuel Angulo ahora espera una jugo­sa recompensa, perdón hueso, como premio a sus convicciones siempre contundentes, libres y claras.