El proyecto de las murallas

Es evidente por las excavaciones que están haciendo en ciertos baluartes de la ciudad que algo se hace y harán con las murallas de la ciudad. Es cierto, hay un proyecto de reconstrucción de las murallas de Campeche. Sin información oficial aún disponible, este martes a las siete de la noche se realizó una reunión a puerta cerrada, convocada por el secretario de Cultura, Carlos Vidal. Se habló de un proyecto que impulsaba el Gobier­no Federal y al que el propio Presidente Felipe Calderón había destinado 50 millones de pesos para la reconstrucción de lienzos de muralla.

El tema de las murallas de Campeche lo abordó Calderón el 12 de abril pasado en la Cumbre Empresarial de las Américas ante varios presiden­tes latinoamericanos en Cartagena de Indias, Colombia.

Allí dijo: “En México tenemos, toda proporción guardada, tenemos una ciudad que fue como Cartagena, colonial y amurallada, que es Cam­peche. Pero con una pequeña diferencia, que hace algunos años, en el siglo XX un gobernador de Campeche consideró que había demasiado calor en Campeche y entonces derribó la muralla, pensaba que la brisa iba a aliviar un poco el tema. Caray, esos tiempos donde los gobernantes hacían exactamente lo que querían y no se les decía nada. De cualquier manera in memoriam de aquella muralla de Campeche podemos disfru­tar esta bellísima ciudad de Cartagena”.

El Presidente Calderón fue víctima de dos errores históricos. Pero su intervención le sugirió la idea de volver a levantarlas de ser posible. Aho­ra ni fue en el siglo XX, ni un gobernador fue el que decidió el derribo de las murallas, como dijo el mandatario. Fue en junio de 1893 cuando estaba a cargo de la ciudad el Ministro de Guerra, coronel Fernando Laphan, quien abrió un boquete frente al cuartel federal, actual edificio del pa­lacio municipal, para darle vista al mar. Meses después demolió todo el lienzo, desde el fuerte de San Carlos al de la Soledad, desapareciendo la puerta del muelle y la oficina de la capitanía del puerto. Más tarde se abrieron otros boquetes en las entonces calles de Iturbide, Independen­cia y Zaragoza, hoy calles 53, 55 y 63, para comunicar a San Francisco y a Guadalupe con el centro de la ciudad. El Ayuntamiento de Campeche dio la concesión a la empresa Nuevo Tranvía Urbano de Campeche, para demoler parte del baluarte de San Francisco para dar paso a su línea del barrio de Santa Ana, y se autorizó a Salvador Dandé la demolición del baluarte de San José y de lienzos enteros de murallas.

El tema de la reconstrucción de la muralla ha sido manejado en otros momentos. De hecho en el periodo de Jorge Salomón Azar se recons­truyó el tramo de la Soledad a la Puerta de Mar , proyecto que en su momento fue criticado por algunos especialistas por la técnica utilizada para hacer evidente que no era original y porque al parecer no siguió la línea de los cimientos originales, a lo que se sumó el tema del presu­puesto ejercido por la oficina del INAH que titulaba, Carlos Vidal, actual secretario de Cultura. Mejor final tuvo la reconstrucción del baluarte de San Francisco frente a La Alameda en el periodo de Antonio González.

El asunto ha despertado airados comentarios fuera del estado. Según algunos correos electrónicos de arqueólogos y arquitectos del Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios y de especialistas del INAH deberán ser ellos quienes ejecuten la re­construcción. A sus oficinas llegó la información de que un funcionario local había ya conectado a una empresa de Zacatecas y tenían apalabrado ejercer el recurso que se destinaría para el proyecto.

Los especialistas debaten si es necesaria esa reconstrucción cuan­do la ciudad es Patrimonio mundial con su apariencia histórica actual y tienen la preocupación por el im­pacto ambiental que se puede tener a ciertas áreas en las que están ins­taladas casas habitación y la reper­cusión para los tramos de mucha afluencia vehicular.

Más allá de la ejecución de la obra, no existe aún el proyecto, ex­celente sería considerar los manda­tos de las normas internacionales en la materia suscritos en la Carta de Venecia de los 60s y la Carta de Ate­nas de 1931, vigentes hasta hoy, que señalan que los principios de téc­nicos y científicos de restauración deben emanar de consensos inter­nacionales, pero deben tomarse en cuenta los criterios de especialistas locales en su ejecución. Más de una docena de conocedores en Campe­che pudieran tener un criterio de lo que será más adecuado.

El proyecto está en etapa de di­seño por parte de especialistas del INAH, encabezado por Don Salvador Aceves, quién fue uno de los prime­ros que se opuso a que la obra fuera dirigida desde la Secretaria de Cul­tura. Las diferencias de expertos del INAH con el titular de Cultura estatal se remontan a las acusaciones del sin­dicato e investigadores del instituto desde sus últimos días al frente de esa delegación en Campeche. Con mu­chos la relación ha sido irreconcilia­ble. Con muchos otros las relaciones de trabajo van en el sentido correcto.

Si es para bien de Campeche y de su historia, que se pongan los pro­yectos sobre la mesa y que se levan­ten las murallas.

EL CUENTO

Había una vez un Centro Estatal de Emergencias que hizo una extraña advertencia como para echar más leña al fuego como si hiciera falta. En su cuenta oficial de una red so­cial advirtió un pronostico terrenal.

-”Recuerde manejar con precau­ción cuando hayan lluvias para no caer en algún bache”

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