Dentro de los muchos mitos nacionales que existen, que alimentan nuestro imaginario, está que nuestro país ha estado y está siempre abierto a los migrantes. Los ejemplos que se dan, constantemente se hace referencia a ellos, son la recepción de unos cuantos miles de españoles que deben salir de su país por la Guerra Civil, una veintena comunistas alemanes que participaron en la misma y de unos cientos de chilenos, argentinos y uruguayos perseguidos por los regímenes militares.
En cambio se trata siempre de esconder hechos como la matanza de chinos en 1914 en Torreón o la expulsión masiva, bajo pena de muerte, de los mismos en los años veinte en Sonora, cuando ya había triunfado la Revolución. Hoy se dice poco del trato discriminatorio que se da a los migrantes centroamericanos y de la expulsión sistemática de los mismos, agravada en los años recientes.
La realidad es que en México el porcentaje de los extranjeros nunca ha pasado el 1.0% de la población, ahora es del 0.9%, mientras que en los países que integran la OCDE el promedio es del 13.0%. Después de México viene Polonia con 1.8% y Chile con 2.2%. En Estados Unidos el porcentaje es del 13.1% y en Canadá del 20.1%. En Alemania del 13.1% y en España del 14.6%. El país con el mayor porcentaje de migrantes del total de su población es Luxemburgo con el 42.1 por ciento.
México tiene en números absolutos un millón de extranjeros, de una población total de 120 millones. Estados Unidos es el país del mundo que alberga más migrantes con 40.3 millones. Luego viene Rusia con 11.2 millones seguido de Alemania con 10.7 millones. El Reino Unido y Francia tienen 7.4 millones. Canadá 6.9 millones y España 6.7 millones.
En el caso de México la cantidad podría todavía ser menor al considerar que el censo de 2010 registra a 961 mil personas nacidas en otro país (49.6% mujeres), cifra que duplica a la registrada diez años antes que fue de 493 mil. Sin embargo, alrededor de cuatro de cada diez de éstas eran menores de edad y, en su mayoría, hijos de mexicanos, por lo que pueden considerarse parte del flujo de retorno de Estados Unidos a México y como tal también mexicanos.
Los principales países de origen de la población nacida en el exterior que vive en México son Estados Unidos que representa el 76.7%; Guatemala, el 3.2% y España, el 2.1%. En la actualidad sólo existen unas 300 mil personas en condición de extranjería, de las cuales únicamente 1,412 tienen estatus de refugiado.
El 67% de los mexicanos considera que los migrantes provocan divisiones sociales y sólo el 41% considera no se respetan sus derechos, de acuerdo a Conapred. Como lo señala el Programa Especial de Migración 2014-2018 “estos datos señalan la existencia de un extendido y profundo problema de valoración de la migración”.
En el país persiste, con relación a la migración, siempre ha sido así, como lo dice el Programa, “una cobertura mediática centrada en hechos de violencia, insuficiencia de contenidos sobre migraciones y diversidad cultural en los programas de estudio del sistema educativo nacional, y la persistencia de nociones xenófobas y discriminatorias, han conducido a valoraciones negativas sobre las personas migrantes y las migraciones que comparten una proporción significativa de la población”.