Inmutable. La Plaza Principal de la ciudad ha sido víctima de múltiples transformaciones según los gustos del gobierno en turno, pero la Iglesia Catedral se mantiene apasible desde su construcción.

ABEL EFRAÍN DURÁN REYES
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Antes que cualquier otro edificio, Campeche tuvo su parroquia que, más tarde, se convirtió en Catedral. El argumento más importante para la colonización española del Nuevo Mundo no fue la obtención de riquezas –aunque sí fue el fin último-, sino la evangelización, cristianización y civilización de los naturales, tan alejados de Dios y tan dados a prácticas ‘infrahumanas’.

En ese sentido, para la fundación de cualquier asentamiento español en tierras americanas había una serie de normas y ordenamientos a seguir. Entre ellos destaca, por ejemplo, que la repartición de solares a los conquistadores o colonizadores debía darse a partir de la designación de terrenos para los edificios públicos, como el ayuntamiento, la audiencia, la alhóndiga, la cárcel, la picota y, por su puesto, una parroquia.

Así, cuando Francisco de Montejo fundó la villa de San Francisco de Campeche en 1540, una de sus primeras decisiones fue designar un espacio para la construcción de una iglesia que preservara la fe de los españoles. Aunque el primer edificio fue hecho con materiales perecederos, como madera y guano, pero desde ese entonces recibió la advocación de la Concepción de la Virgen Santa María Señora Nuestra.

Este sencillo templo se erigió al Noreste de la plaza y poco después fue sustituido por una de cal y canto para la mejor administración de los oficios divinos tanto para los españoles como para los indígenas, además, contaba con un cementerio.

Los cimientos de esta edificación se puede ver hoy en día marcados en el pavimento de la Calle 8, y abarcan una esquina del Parque Principal. Autoridades estatales las descubrieron durante una excavación y decidieron marcarlo en el piso para constancia de turistas y futuras generaciones.

Orígenes. En un inicio, los españoles edificaron una iglesia con materiales perecederos

Años más tarde, aquella parroquia, de cortas dimensiones, ya no fue suficiente para albergar al número de habitantes en constante crecimiento durante todo el siglo XVI y XVII, por lo que, sin demoler la ya vieja iglesia, se comenzó la fábrica de una de mayor tamaño en un predio ubicado en el primer cuadro de la villa, muy cercano a la anterior y es donde actualmente se levanta la Catedral de Campeche, en el cruce de las calles 12 y 55.

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVII los trabajos se interrumpieron por falta de fondos, pues los ya para entonces ataques piráticos habían mermado la capacidad económica tanto de los vecinos más acaudalados como de los menos favorecidos.

Con gran esfuerzo y tras recuperarse de los atracos, en 1705 el templo ya estaba concluido, sobre todo debido a la donaciones realizadas por doña Margarita Guerra, vecina de la villa. La obra fue bendecida el 14 de julio de ese año y estuvo a cargo del obispo de Yucatán fray Pedro Reyes Ramos de la Madrid.

Sin embargo, para ese entonces la iglesia no tenía el tamaño que actualmente conocemos. Sólo llegaba hasta el bautisterio y carecía de sus torres. Apenas llevaba un campanario y espadaña similares a las de la Iglesia de San Francisco, un maltrecho altar y piso de ladrillos en el que se enterraban a clérigos y vecinos distinguidos.

La ampliación de la iglesia se inició el 4 de agosto de 1758 y se concluyó el 22 de octubre de 1760, teniendo un costo de 11 mil 133.7 reales.

Cambios. Todo el entorno de la plaza se ha modificado, como la demolición del viejo Palacio de Gobierno, que en breve será reconstruido.

La torre norte, denominada la “española”, fue concluida y en ella se colocaron las campanas y el primer reloj público de la ciudad; asimismo se labró un escudo que ostentaba las insignias españolas en la parte superior del frontispicio, el cual fue quitado pocos años después de la consumación de la independencia. En 1850 se construyó la otra torre, conocida como la “campechana”.

 El obispo de Yucatán, José María Guerra, consagró la parroquia el 25 de julio de 1835.

Pero el título de Catedral sólo lo obtuvo hasta 1895, cuando el papa León XIII ordenó la creación del Obispado de Campeche mediante la bula Predecessorum Nostrorum, lo que elevó de rango a la parroquia.

Según una descripción del Centro INAH-Campeche, el atractivo principal de la Catedral es su fachada, que consta de una portada de piedra labrada con dos cuerpos enmarcada por dos pilastras estriadas sobre pedestales, y un sencillo remate con un perillón sobre el eje y la pilastras. En el primer cuerpo se encuentra la puerta mayor de portón ferrado y a sus lados pilastras con nichos que contienen esculturas de San Pedro y San Pablo. En el segundo cuerpo está la ventana del coro con arcos trilobulados y una escultura que representa a la virgen María enmarcada por dos pilastras y dos nichos con santos o profetas.

Lo que sobresale del conjunto arquitectónico son sus esbeltas torres, formadas de tres cuerpos de planta cuadrada y muros lisos, sobre ellos hay dos cuerpos más, ambos po seen pilastras estriadas y arcos de medio punto para alojar las campanas, coronadas con una cupulilla con cruz de piedra.

La planta de la iglesia es de forma de cruz latina de una sola nave, dividida en sus tramos por medio de arcos torales de cantera. En el único tramo de la nave donde se forma un crucero está coronado con una cúpula octagonal de media naranja que posee ocho vidrieras que le dan claridad al presbiterio. La cúpula descansa sobre un tambor y pechinas que está adornado por unos arbotantes que le dan un toque muy especial. El resto de la nave esta adornada por unos remates llamados piñones.

Consagración. Desde 1540 fue la parroquia principal de la ciudad, pero en 1895 el papa la convirtió en Iglesia Catedral.